El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo este miércoles que la detención de Francisco Javier López Peña, alias «Thierry», a quien ubicó como el «número uno» de ETA, es «un paso más en la victoria de la democracia sobre el terror».
Las expresiones del mandatario socialista ante los periodistas presentes en el Congreso de los Diputados fueron las primeras referencias ante el muy fuerte golpe recibido por ETA al ser detenida su dirección en el sudoeste de Francia, en una operación conjunta de la policía de ese país y la española.
Además subrayó que los cuatro apresados "tenían gran peso en la banda terrorista" y que esta operación no será la última. Más cauto, aunque respaldando la acción policial, se manifestó Ignacio Cosidó, portavoz de interior en el Parlamento de la principal fuerza de oposición, el centroderechista Partido Popular (PP).
Cosidó señaló a IPS que, según su información, los detenidos son muy importantes para ETA "y claves dentro de la banda" pero, añadió, "su estructura no está publicada en el Boletín Oficial del Estado, no es formal y a veces no es fácil determinar hasta dónde llega el poder de los detenidos".
Por eso recomienda mantener la perseverancia "y no caer en la depresión cuando se sufre un acto terrorista ni en la euforia cuando se produce un hecho positivo, como el registrado hoy (este miércoles)".
El dirigente del PP indicó que "es un paso en la buena dirección, pero debemos tener presente que todavía falta recorrer camino para terminar de una buena vez con esta lacra".
El nacionalista moderado Joseba Azkárraga, consejero (ministro) de Justicia del Gobierno autónomo del País Vasco, se pronunció en términos similares a Cosidó, al decir que hay que esperar para comprobar la magnitud de la operación policial.
"Son tantas las veces que hemos oído decir que han detenido al número uno de la organización terrorista, por lo que habrá que ver", advirtió.
El número dos del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y su secretario de Organización, José Blanco, se alegró por las detenciones, pero también advirtió de que deberán seguir trabajando, pues, aunque considera que se está acercando el fin de ETA, este golpe "no es el último eslabón de la cadena" por lo que considera que no se deberá bajar la guardia.
Desde Francia llegó la alegría del presidente de ese país, Nicolás Sarkozy, quien manifestó su satisfacción por la "estrecha cooperación con España", que permitió el arresto en la sudoccidental ciudad de Burdeos de "altos responsables de ETA que escapaban desde hace años a la justicia y que utilizan nuestro territorio como retaguardia para sus acciones criminales en España".
Además de Thierry, fueron detenidos Ainhoa Ozaeta Mendiondo, Igor Suberbiola y Jon Salaberría, este último ex parlamentario vasco de Batasuna, el ilegalizado brazo político de ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en vascuence).
Ozaeta Mendiondo fue la que leyó ante la prensa un comunicado en el que la organización anunció en marzo de 2006 el final de su última tregua, renunciando a una negociación que llevaría al fin de la violencia.
También, dentro del mismo operativo, fue detenido este miércoles en la localidad vasca de Andoain su ex alcalde José Antonio Barandiarán Ezama, quien se había reunido días antes con los apresados en la víspera en Francia. Hay una sexta persona apresada en Burdeos, quien habría sido el que alquiló la vivienda en la que fueron detenidos los cuatro cabecillas.
Thierry fue quien en diciembre de 2006 rompió el final dialogado que se estaba analizando en reuniones de dirigentes etarras con representantes del gobierno español.
Cuando la delegación gubernamental asistió a la programada reunión en Suiza, sus integrantes se llevaron la sorpresa de que, sin aviso previo, Thierry apareció reemplazando o desplazando a Josu Urrutikoetxea, alias "Josu Ternera", hasta ese momento el representante de ETA para esos fines.
El nuevo representante del grupo vasco cambió las posiciones y comenzó por impugnar el acuerdo al que hasta ese momento habían llegado y según el cual los temas políticos no se debatirían ahí, sino en la mesa de partidos políticos.
El gobierno socialista siempre se manifestó dispuesto a dialogar, pero sin aceptar nunca que el grupo terrorista debatiera lo que correspondía hacer a los partidos políticos.
Lo único que se podía negociar, señalaron varias veces fuentes gubernamentales, es la liberación de presos etarras y otras medidas favorables a ellos, siempre y cuando previamente el grupo diese por finalizado el uso de la violencia y entregara las armas y explosivos en su poder.
Pero Thierry planteó como condición que se discutiese la reforma de la Constitución para incorporar a la misma el derecho a la autodeterminación, algo que estaba fuera de discusión, según lo acordado ya por el representante del PSOE, Jesús Eguiguren, y Tenera.
Dos semanas después, el 29 de diciembre de 2006, ETA hizo estallar una bomba en el aeropuerto madrileño de Barajas, donde murieron dos inmigrantes ecuatorianos y se produjeron grandes destrozos materiales. Allí se rompió el diálogo que formalmente se dio por finalizado a mediados de mayo.
El ministro del Interior de España, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien se enteró de las detenciones en Dakar, donde se encuentra en visita oficial, señaló que Thierry es el etarra "con más peso político y militar en la banda", por lo cual no considera que su detención sea una simple "operación más".
En París, la ministra del Interior de Francia, Michelle Alliot-Marie, informó que en los registros que siguieron a las detenciones se encontraron dos automóviles robados, ya con matrículas falsas, que "sin duda estaban destinados a cometer atentados".
