El recién creado Instituto de Conservación Forestal (ICF), encargado de ejecutar y supervisar la aplicación de la nueva Ley Forestal en Honduras, cobra forma tras la asunción de su nueva directora, Suyapa Otero. Su reto es frenar la tala ilegal de bosques y definir una política pública de conservación ambiental. La aplicación de la ley no sólo cambiará las relaciones tradicionales entre el Estado y el sector maderero, sino que también dará a las comunidades participación en el manejo y conservación del bosque, «bajo un enfoque de desarrollo sostenible», declaró Otero a Tierramérica. Otero fue investida mientras una marcha de ambientalistas del central departamento de Olancho, liderados por el sacerdote Andrés Tamayo, se dirigía hacia Tegucigalpa para reclamar el cese de la tala ilegal, la despolitización del ICF y definiciones claras en la participación social.