CUBA: Diplomacia se aplica a fondo en cumbre de Lima

Cuba dejó a un lado lo que podría separarla de la Unión Europea (UE) y se aplicó a fondo en la preparación de la V Cumbre de América Latina, el Caribe y el bloque de 27 países, que tendrá por escenario a la capital de Perú, con la asistencia de más de 40 jefes de Estado y de gobierno.

Si bien hasta este lunes se consideraba poco probable que el presidente Raúl Castro encabezara la delegación cubana a esa cita, su diplomacia estuvo muy comprometida en los trabajos previos "y con una actitud muy positiva y constructiva", dijo a IPS Javier Niño Pérez, representante en La Habana de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE.

La cumbre se enfocará en la erradicación de la pobreza y la exclusión social, así como en problemas ambientales, en particular el cambio climático, la energía y el desarrollo sustentable, en los que "Cuba y Europa tienen agendas muy similares y compatibles", consideró Niño Pérez.

El diplomático confirmó que, al margen del programa birregional, habrá espacio para reuniones bilaterales y dio por seguro un encuentro entre el comisario europeo para el Desarrollo y la Ayuda Humanitaria, Louis Michel, y el canciller cubano Felipe Pérez Roque.

A juicio de Niño Pérez, las relaciones entre Bruselas y La Habana se encuentran en una etapa decisiva, de cara a la nueva discusión anual del bloque comunitario sobre su política hacia Cuba, que debe caracterizarse por "el diálogo, no por la coerción y las sanciones".
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"Nuestro deseo es que podamos en esta nueva fase tener una relación que se base mucho más en un diálogo constructivo, franco, abierto, que nos permita abordar las diferencias y las preocupaciones, pero también nos permita poner de relieve desarrollar lo que nos une", precisó el funcionario.

Según informes desde Bruselas, la UE pospuso cualquier debate sobre su postura hacia Cuba para después de la cumbre de Lima, que se extenderá desde este martes hasta el sábado, y encargó a los embajadores de cada país miembro del bloque acreditado en La Habana la preparación de un informe sobre la situación cubana.

"Se ha hablado de eso, aunque aún no se ha preparado informe alguno. Pero, en caso de elaborarse, no contendrá propuestas de resolución, porque muchos embajadores piensan que ese no es nuestro trabajo", dijo a IPS una fuente diplomática que pidió no ser identificada.

En líneas gruesas, la postura europea hacia el gobierno socialista cubano, encabezado por Raúl Castro desde el 24 de febrero, luce dividida entre partidarios del diálogo y el acercamiento y quienes prefieren mantener una línea dura, como fórmula de presión para obtener "cambios democráticos". Entre estos últimos, los menos dispuestos a ceder serían algunos países del ex campo socialista, en tanto el gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero lidera la postura favorable al levantamiento definitivo de las sanciones aplicadas a La Habana en 2003.

En junio, los cancilleres de la UE deberán decidir qué hacer con el paquete de medidas diplomáticas decididas ese año en reacción al encarcelamiento de 75 opositores cubanos y al fusilamiento de tres secuestradores de una embarcación que intentaban escapar a Estados Unidos con todo el pasaje a bordo.

La Habana exige eliminar esas medidas, que Bruselas suspendió en 2005. Al término de su visita a Cuba, en marzo, el comisario Michel advirtió que las decisiones del ministerial Consejo Europeo requieren de "unanimidad".

La diplomacia cubana optó por la discreción y durante una conferencia de prensa el viernes, el vicecanciller Abelardo Moreno evitó referirse a las relaciones bilaterales y a las posibles entrevistas entre autoridades de su país y europeas en Lima.

En cambio, Moreno celebró que la declaración que firmarán los jefes de Estado y de Gobierno asistentes a la cumbre, negociada "durante meses", incluya un párrafo donde se rechazan "medidas coercitivas de carácter unilateral" contrarias al derecho internacional.

Según Moreno, Cuba considera esa referencia una condena al bloqueo económico estadounidense que ha costado a este país caribeño 89.000 millones de dólares desde los años 60. "Es un documento en general bueno, no es superficial" y va a contribuir a la lucha contra el hambre, la desigualdad y la pobreza, indicó el viceministro.

Moreno admitió, sin embargo, que la Declaración de Lima no contiene compromisos ni propuestas de soluciones concretas. "El hecho de que se reconozcan los problemas y que hay que tomar medidas es una contribución, pero no una solución", advirtió.

Los trabajos de la Cumbre comenzarán este martes con reuniones técnicas y de altos funcionarios. Según el programa, los cancilleres revisarán el documento el jueves para entregarlo a la firma de los gobernantes que se reunirán el viernes y el sábado en las instalaciones del Museo de la Nación de la capital peruana.

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