Entre el 15 y el 30 de mayo estarán listas las primeras plantaciones de piñón botija (Jatropha curcas) en Chile, como parte de un proyecto para destilar biodiésel en la zona norte. «La producción de biocombustible a partir del aceite de esta oleaginosa de porte arbustivo, que sobrevive y crece en las tierras marginales, erosionadas y agotadas, y necesita poca agua para crecer, está llamada a ser la nueva alternativa energética» del país, dijo a Tierramérica Manuel Paneque, director del proyecto.
Esta es una iniciativa de la Universidad de Chile y la gubernamental Fundación para la Innovación Agraria. En la primera etapa se proyecta plantar 15 hectáreas repartidas en pequeñas parcelas en las regiones de Antofagasta y Bío-Bío. Las semillas se importaron desde Guatemala.