GUANTÁNAMO: Europa se lava las manos

Países de la Unión Europea (UE) reciben presiones de Washington, eurodiputados y activistas para que reciban a los prisioneros de la base militar estadounidense de Guantánamo, Cuba.

El asesor legal del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos, John Bellinger, señaló en una carta enviada al Parlamento Europeo la semana pasada que 25 de las 275 personas aún detenidas en esa cárcel fueron "autorizadas a ser liberadas o transferidas".

"Pero no pueden ser repatriadas por la situación de los derechos humanos en sus países de origen", añadió..

Estados Unidos mantuvo encuentros bilaterales con algunos estados miembro de la UE en los últimos 12 meses, según Bellinger, para solicitarles que acepten a los detenidos de Guantánamo. Pero, por ahora, no se efectuó ninguna transferencia.

Defensores de derechos humanos fueron muy críticos con la forma en que Estados Unidos llevó adelante la "guerra contra el terrorismo", pero sostienen que los gobiernos europeos deben responder favorablemente a su solicitud.
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Es "comprensible" que muchos europeos sientan que "Estados Unidos debe tapar solo el agujero que cavó" al mantener en la base militar de Guantánamo a personas que nunca fueron acusadas de ningún delito, señaló Emi Maclean, del Centro de Derecho Constitucional de Nueva York.

Pero los gobiernos europeos, sostuvo, deben actuar porque "hay vidas humanas en juego" y para "ayudar a cerrar un capítulo negro de la historia de Guantánamo".

Algunos de los 45 detenidos tienen miedo de ser perseguidos al retornar a sus países. Otros señalaron que tenían el estatus de refugiados cuando fueron arrestados.

Los presos son originarios de Argelia, China, Jordania, Libia, Rusia, Siria, Sudán, Túnez, Uzbekistán y los territorios palestinos ocupados, entre otros.

Defensores de derechos humanos recopilaron información de detenidos que tras ser transferidos a sus países fueron torturados.

Siete hombres repatriados a Rusia en 2004 fueron detenidos a su llegada y sometidos a torturas, a pesar de que las autoridades de ese país habían dado garantías de que serían tratados de manera humanitaria.

Por ahora sólo dos países europeos aceptaron recibir presos de Guantánamo.

Albania aceptó ocho hombres en 2006, originarios de Argelia, China, Egipto y Uzbekistán.

Londres señaló en agosto de 2007 que cinco hombres que habían vivido en Gran Bretaña antes de ser detenidos, pero que no eran británicos, debían ser liberados. Por ahora, las autoridades estadounidenses transfirieron sólo a tres.

El pedido de Londres "fue en gran parte resultado de una dura y sostenida campaña para que Gran Bretaña cursara el pedido", señaló el eurodiputado británico Jean Lambert, del Partido Verde.

Uno de ellos, Ahmed Belbacha, "está confinado al aislamiento casi permanente", a pesar de que su liberación fue autorizada, señaló la eurodiputada liberal británica Sarah Ludford.

Belbacha permanece con "las luces siempre encendidas en su celda", relató, y añadió que le impiden cubrirse los ojos con ropa o cualquier otro objeto.

Unas 800 personas estuvieron detenidas en la base militar de Guantánamo desde que llegó el primer avión en enero de 2002.

La mayoría de los últimos 275 detenidos, permanecen allí desde hace cinco o seis años, sin cargos en su contra y sin tener la oportunidad de refutar los argumentos por los que fueron detenidos.

La continua detención de presos sin juicio en Guantánamo no ayuda a que Estados Unidos sea un lugar más seguro, sostuvo Jennifer Daskal, de la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW), con sede en Nueva York.

"Hay que aprender de la experiencia de Gran Bretaña con el Ejército Republicano Irlandés (IRA, por sus siglas en inglés)", indicó Daskal.

"En los años 70, el ejército británico detuvo a unas 2.000 personas por presuntos vínculos con el IRA y las mantuvo presas sin cargos. La violencia aumentó, no disminuyó, en tanto la rabia por el hecho aumentó los reclutamientos y contribuyó a avivar el conflicto en Irlanda del Norte", explicó.

Mientras, la Comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo, decidió el 28 de febrero realizar el seguimiento de una investigación anterior acerca del uso del espacio aéreo y del territorio europeo para un programa de secuestro y detenciones secretas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.

La decisión siguió al reconocimiento de Gran Bretaña a principios de este mes de que dos vuelos de la CIA en el marco de ese programa, conocido como "entregas extraordinarias", aterrizó en la isla Diego García, territorio británico del océano Índico, en 2002.

Londres había negado hasta ahora el hecho.

Al menos 1.245 aviones operados por la CIA volaron en espacio aéreo europeo o se detuvieron en aeropuertos del continente entre fines de 2001 y fines de 2005, concluyó una investigación del Parlamento Europeo del año pasado.

Los países europeos estuvieron "profundamente involucrados" en los vuelos secretos, muchos de los cuales se dirigían a Guantánamo, señaló la eurodiputada socialista portuguesa Ana Gomes.

El motivo principal por el que los gobiernos de Europa no quieren aceptar a los detenidos de Guantánamo es porque "no quieren aceptar su responsabilidad", añadió.

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