La mala coordinación de instituciones estatales hizo retroceder un programa de fincas forestales en la provincia cubana de Guantánamo, afectada por la aridez y la desertificación. Sólo se crearon tres de las 47 fincas de unas 40 hectáreas planificadas para 2007, debido a que no se previó la construcción de las casas necesarias por falta de acuerdo entre el Instituto de la Vivienda y el Ministerio de Agricultura, informo el 11 de este mes el diario estatal Granma.
Las fincas forestales se entregan a familias campesinas con derecho de usufructo desde fines de los años 90, para aumentar y conservar la cobertura boscosa.
Esas unidades agrícolas son «una alternativa viable para la sostenibilidad de zonas desérticas y áridas» como las existentes en Guantánamo, dijo a Tierramérica Oscar Borges, experto en suelos de esa provincia oriental.