El gobierno de Colombia cambiará su estrategia de reemplazo de los cultivos de drogas por una política de sustitución de ingresos para los campesinos que se comprometan a cuidar los bosques y preservar el ambiente, sostuvo la ministra de Medio Ambiente, Cecilia Rodríguez. El cambio obedece a que los programas de sustitución de cultivos ilícitos ensayados hasta ahora no dieron resultados positivos en materia de preservación del ambiente colombiano.
La nueva política busca mecanismos para financiar, en principio, el sustento de 50 mil familias campesinas cultivadoras de coca y amapola, con proyectos básicos para la eliminación de estos cultivos y la recuperación de los bosques.