Una vivienda edificada con materiales de desecho y con un costo 75 por ciento inferior al de la construcción tradicional se convirtió en estrella de la exposición organizada este mes por el Centro Metropolitano de Diseño del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Las paredes de la vivienda están construidas con envases de cartón, que aíslan la humedad y resisten el fuego, y se cubren con ladrillos que pueden revocarse y pintarse. Los ladrillos están fabricados con botellas de plástico molidas y las tejas, con una mezcla de cemento y plástico. La obra incluye un panel solar.