Cuba y México declararon superada la tensión que enturbió sus relaciones de los últimos años y abrieron una etapa que podría conducir a una próxima visita a La Habana del presidente mexicano Felipe Calderón, retomando una tradición sostenida por varios de sus antecesores.
"Habíamos perdido, desafortunadamente, este espacio de diálogo y lo hemos recuperado", dijo la secretaria (ministra) de Relaciones Exteriores de México, Patricia Espinosa, al término de sus conversaciones con su anfitrión, el canciller Felipe Pérez Roque
Ambos ministros se mostraron complacidos y sonrientes al dar a conocer el resultado de sus pláticas oficiales.
Espinosa concluyó este viernes por la noche una visita de dos días a La Habana, tras reunirse con Pérez Roque y conversar además con el vicepresidente Carlos Lage, el presidente del parlamento, Ricardo Alarcón, y el jefe del departamento de Relaciones Internacionales del Partido Comunista, Fernando Remírez de Estenoz.
En su valija, la canciller mexicana se llevó el apoyo cubano para que su país ocupe un puesto no permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas en el periodo 2009-2010, así como la reactivación del Mecanismo Permanente de Información y Consulta, que estuvo paralizado durante muchos años.
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Los dos países decidieron consolidar ese instrumento para intercambiar "puntos de vista e información sobre los principales temas de la agenda internacional, tales como paz y seguridad internacionales, derechos humanos, terrorismo, drogas, migración y reforma de las Naciones Unidas".
A la vez, en el comunicado conjunto publicado este viernes en el diario oficial Granma, el jefe de la diplomacia cubana confirmó que visitará México en septiembre y llevará una invitación del presidente Raúl Castro a Calderón, quien ha mostrado interés en restaurar los nexos con La Habana, seriamente fracturados por su antecesor, Vicente Fox (2000-2006).
Los vínculos fueron estrechos hasta mediados de los años 90, pero cuando Ernesto Zedillo (1994-2000) llegó a la presidencia de México, empezaron las diferencias. Con Fox, primer mandatario ajeno al Partido Revolucionario Institucional en siete décadas, éstas se agudizaron hasta llegar casi a la ruptura.
Si bien el conservador Calderón pertenece al mismo Partido Acción Nacional de Fox, mostró desde el inicio de su mandato, a fines de 2006, la voluntad de crear condiciones para normalizar las relaciones.
"El acercamiento con Cuba le ayuda a equilibrar su política exterior y también su situación interna, que no es fácil", comentó a IPS una fuente cubana que prefirió no identificarse.
Los lazos no pueden ser los mismos de antes, porque los tiempos son otros, pero serán buenos. "México es un país vecino, latinoamericano, y para Cuba es importante tener relaciones estables y sin tensiones con todos los países de la región", consideró.
A su vez, un funcionario mexicano que también pidió no dar su nombre acotó que las "relaciones no serán iguales, pues los actores (gobiernos) son diferentes, pero eso no significa que no podrán ser tan buenas como lo fueron antaño".
El ambiente de distensión parece haber facilitado la firma del acuerdo entre el Banco Nacional de Comercio Exterior de México y el Banco Nacional de Cuba para renegociar el pago de una deuda cubana de 400 millones de dólares que, según la declaración conjunta, "estimulará el desarrollo de las relaciones económicas y comerciales en beneficio de ambos países".
Además, los cancilleres acordaron convocar al Grupo de Trabajo sobre Asuntos Migratorios y Consulares en abril, a fin de poner a punto los instrumentos correspondientes para que sean suscritos durante la próxima visita de Pérez Roque a México.
En materia de migraciones, otro asunto pendiente en el terreno bilateral por el creciente paso por México de cubanos deseosos de llegar a Estados Unidos, los ministros coincidieron en la importancia de avanzar hacia un marco jurídico que, "con un enfoque integral y bajo el principio de responsabilidad compartida, garantice un flujo migratorio legal, seguro y ordenado".
"Para la elaboración de dicho marco deberá revisarse el combate al tráfico y trata de personas, los procesos de documentación migratoria y su aplicación, los mecanismos de intercambio de información en la materia y los procesos de repatriación", afirma el comunicado.
Ni la canciller mexicana ni miembros de su delegación contemplaron en su agenda entrevistas con grupos de oposición, que actúan en la clandestinidad.
"Solicitamos ante la embajada (de México) ser recibidos por la ministra, pero no obtuvimos respuesta", confió este viernes a IPS la activista Laura Pollán, portavoz de las Damas de Blanco.
Llamadas así por el color de la vestimenta que llevan en sus manifestaciones, las Damas de Blanco son esposas y familiares de 75 disidentes presos y condenados a severas penas cinco años atrás, acusados de conspirar con Washington para actuar contra Cuba. Del grupo, permanecen en la cárcel 55 personas. "Exigimos la libertad de todos, porque son inocentes", dijo Pollán.
La cuestión de la vigencia de los derechos humanos fue centro de las mayores desavenencias entre el gobierno de Fox y el cubano, encabezado hasta el 24 de febrero por Fidel Castro.
A partir de ahora, los dos países mantendrán sobre este asunto un "diálogo en forma regular" en el contexto del Mecanismo Permanente de Información y Consulta Política, según quedó plasmado en el comunicado final del encuentro.