Mientras las protestas antichinas de mediados de mes en Tíbet hicieron que los activistas acudieran a Internet para informarse y publicar blogs, los exiliados tibetanos de este septentrional poblado indio sólo recurren a la modesta cartelera comunitaria.
Afiches, recortes de diarios y carteles llenan casi todo el espacio disponible en esta pintoresca localidad ubicada en la falda del Himalaya y a la que consideran su segundo hogar unos 20.000 exiliados tibetanos, empezando por el Dalai Lama, su máximo líder espiritual.
A medida de que fluían las noticias sobre disturbios y muertes en Lhasa, la capital tibetana, y la propagación de las protestas contra China desde el 14 de este mes a lugares como Gansu y Sichuan (centro), los muros y vallas que rodean McLeod Ganj, a nueve kilómetros de Dharamsala, congregaron a multitudes hambrientas de noticias sobre los problemas en su lugar de origen.
"Refugiados tibetanos reanudan marcha de protesta", rezaba el titular de The Sunday Tribune publicado en la cartelera. The Times of India, mientras, daba espacio tanto a China como a Tíbet, al proclamar que "China libra una 'guerra popular' a medida que se expanden los disturbios", y que "El Dalai Lama dice que 100 fueron asesinados en genocidio: demanda investigación".
Otros periódicos publicados en las ciudades de Nueva Delhi o Chandigarh (norte), como el Hindustan Times y The Tribune, compartieron igual espacio en las paredes.
[related_articles]
"Es más fácil y más efectivo esta manera, dado que más personas podrán obtener actualizaciones y a partir de diferentes fuentes", explica Lhamo Tseten, un residente de la zona que junto con un grupo de jóvenes monjes observa con ansiedad lo que está escrito en la pared.
El primer ministro del gobierno tibetano en el exilio, Samdhong Rinpoche, dijo al Sunday Express que la comunidad tiene dificultades para obtener información precisa desde dentro de Tíbet. "Dependemos de individuos que proporcionan información bajo un gran riesgo personal", declaró al periódico.
Rinpoche agregó que el bloqueo chino de los canales informativos "impidió que el mensaje del Dalai Lama llegara a los manifestantes".
El gobierno tibetano exiliado en India funciona desde 1960, un año después de que el líder espiritual huyera de Tíbet tras el fallido levantamiento contra el régimen chino, y cubre las necesidades espirituales y temporales de unos 120.000 refugiados que viven en India.
Los recortes de diarios no fueron los únicos que acapararon la atención. También lo hicieron los afiches, algunos de ellos con imágenes fuertes. Un póster a color del Centro Tibetano para los Derechos Humanos y la Democracia mostró fotografías de monasterios en Tíbet que estaban sitiados por efectivos militares chinos.
Una serie de fotografías, que conmocionaron a no pocas personas, mostraron primeros planos de tibetanos que se creía habían sido asesinados por soldados tras las protestas en conmemoración del 49 aniversario del levantamiento tibetano, el 10 de este mes.
En una exhibición de interacción comunitaria, pronto aparecieron en las paredes cartas de aliento y apoyo en varios idiomas, entre ellos inglés, tibetano, hebreo y coreano.
Ondeando en el fresco aire de la montaña, junto a las multicolores banderas de rezos tibetanas, se sumaban pancartas y banderines con mensajes políticos. "Dejen de matar en Tíbet, denle una oportunidad a la paz", decía un banderín carmesí extendido a lo ancho del muro que conduce al templo principal.
"Países del mundo, ¡ayúdennos!", pedía otro, mientras que un tercero, "¡Avergüénzate, China!", flameaba sobre la puerta de metal del templo.
El área donde los monjes llevaron a cabo la huelga de hambre quedó repleta de carteles que pedían un cambio en las políticas de China, como alentar la inmigración de los han y otras etnias chinas al altiplano.
Algunos protestaron contra las amenazas a la cultura, religión e identidad tibetanas, y exigieron un Tíbet independiente, aunque el Dalai Lama solamente busca autonomía dentro de China.
"Retiren al ejército de los monasterios, escuelas, hospitales y hogares de Tíbet" y "La justicia ha sido violada en Tíbet" fueron algunas de las súplicas más emotivas.
Por si esto no fuera suficiente, las últimas noticias sobre los acontecimientos en Tíbet también fueron difundidas a través de folletos y anunciadas durante las vigilias nocturnas realizadas en el complejo del templo.
El uso del viejo y confiable megáfono también fue maximizado, mientras una camioneta itinerante recorría el pueblo anunciando los próximos acontecimientos, como vigilias a la luz de velas y marchas de protesta.
No es sorprendente que visitantes extranjeros con amplio dominio de Internet, así como simpatizantes de la causa tibetana, estuvieran ocupados difundiendo al resto del mundo información sobre los acontecimientos desencadenados en este tranquilo pueblo turístico.
A cualquier hora, los extranjeros subían imágenes a Internet y actualizaban sus blogs desde los cibercafés. Algunos de estos sitios personales en la red de redes, que dedicaron mucho espacio a las manifestaciones, son tibetblogs.com/modules/feeds/, realtravel.com/mcleod_ganj_upper_dharamsala-journals-j6739330.html, y wordpress.com/tag/tibetan.
"Soy optimista sobre el modo en que la información parece estar propagándose por todo el mundo. Hay muchos periodistas y espero que la cobertura de lo que ocurre aquí siga siendo fuerte", escribió Jaye, una visitante de McLeod Ganj, en su blog www.jayerhodes.com.
Aunque la generación más adulta de exiliados tibetanos depende de las carteleras publicitarias para obtener noticias frescas, los más jóvenes recurren a los sitios de Internet tibetanos con el mismo fin. Entre esas páginas se encuentran www.friendsoftibet.org, www.phayul.com, www.tibetanuprising.org, www.tibet.net, y www.tchrd.org.
El sitio de defensa de los derechos humanos Avaaz.org inició una campaña de firmas llamando a Beijing a "mostrar compostura y respeto por los derechos humanos" en su respuesta a las protestas en Tíbet, y alentó al gobierno chino a "abrir un diálogo significativo con el Dalai Lama".
Se calcula que un millón de personas ya firmaron la petición.