A la Organización Mundial del Comercio (OMC) le llevó 15 años aprobar a Ucrania como miembro, primer paso de lo que ese país considera un inevitable viaje hacia la Unión Europea (UE).
El Consejo General de la OMC aprobó el martes un protocolo sobre el ingreso de Ucrania, luego de acordadas una serie de condiciones con la UE.
Las conversaciones formales para integrarse a una zona de libre comercio con el bloque europeo, condicionada a la integración en la OMC, podría empezar ya el 17 de este mes, dijo el presidente ucraniano Viktor Yushchenko.
Funcionarios ucranianos no ocultaron su deseo de llegar a un nuevo "acuerdo potenciado" con la UE, que además del área de libre comercio intensificaría la cooperación energética entre Bruselas y Kiev.
Los ucranianos proeuropeos, pero también muchos de las elites prorusas del país, ven una zona de libre comercio como un avance hacia la integración en la UE.
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La mayoría de los analistas nacionales dieron la bienvenida al ingreso de Ucrania a la OMC por considerarla una oportunidad de impulsar el crecimiento económico y las inversiones extranjeras en el país, aunque algunos sectores temen resultar perjudicados.
"En principio, el balance es, más bien, positivo para el país y para la economía", dijo a IPS Igor Burakovsky, director del Instituto para los Estudios Económicos y la Consultoría Política, con sede en Kiev.
"Pero al mismo tiempo la membresía de la OMC significa la liberalización del régimen comercial ucraniano, la suspensión de los impuestos a las importaciones, y un aumento de la competencia extranjera para varios sectores", agregó.
Quienes están a favor del ingreso creen que la libre competencia bajará los precios y ayudará a mejorar la calidad y variedad de las mercaderías, tanto nacionales como extranjeras.
La poderosa industria metalúrgica del país podría beneficiarse particularmente de que la UE concrete la abolición de sus cuotas preexistentes de exportación de acero, pero otros sectores pueden no ver con buenos ojos la reducción de los aranceles a las importaciones.
Éste es especialmente el caso del sector alimentario, que hasta ahora se benefició del apoyo brindado por el Estado y que podría resultar afectado por la posible duplicación de las importaciones de alimentos.
Además de ese rubro, Burakovsky destacó que la industria automovilística perderá varios privilegios, y que es probable que la competencia aumente en el sector bancario de Ucrania, donde la banca extranjera ya tienen la mira puesta.
Ningún experto se atreve a predecir si los temores de muchos ucranianos en cuanto al aumento de precios y el desempleo se volverán realidad. Muchos dicen que será responsabilidad del gobierno crear medidas de adaptación adecuadas para reducir los efectos perjudiciales de la liberalización comercial.
"Es muy difícil decir cuál será la dinámica de precios, pero la integración en la OMC podría, al menos, desacelerar de la inflación. Independientemente de esta membresía, deberíamos aprobar medidas antiinflacionarias o el país volverá a luchar por la estabilidad macroeconómica", dijo Burakovsky a IPS.
La primera ministra Yuliya Timoshenko admitió hace poco que la inflación había alcanzado 17 por ciento —valor sin precedentes— en 2007, y prometió reducirla usando métodos acordes con los requisitos de la OMC.
También prometió cooperar con todas las empresas e industrias para estimular la competitividad de los productos ucranianos en el mundo.
El protocolo sobre el acceso de Ucrania a la OMC debe presentarse al parlamento de ese país en un plazo de dos a tres semanas.
La ratificación parlamentaria es considerada un formalidad, pero las fuerzas oficialistas tienen una leve mayoría en el Poder Legislativo, y algunos opositores protegen a grupos de presión industriales o sociales que ven con cautela la integración a la OMC.
A Rusia también le preocupa que el ingreso de Ucrania pueda plantear desafíos adicionales a las ambiciones de Moscú en relación a la OMC, dado que Kiev podría usar su membresía en su favor, para solucionar asuntos relacionados con las tensas relaciones económicas entre ambos países.
Cualquier país de los 152 que componen la organización puede impedir el ingreso de un nuevo miembro, condicionándola a reformas comerciales. La OMC representa 95 por ciento del comercio mundial.
Rusia, que espera unirse a la familia de la OMC en 2008, es el tercer socio comercial de la UE y el mayor exportador mundial de gas, pero necesita mejorar la implementación de leyes sobre derechos de propiedad intelectual y firmar un acuerdo bilateral con su vecino del sur y némesis política, Georgia.
Ucrania también podría iniciar negociaciones bilaterales y endurecer las condiciones de acceso para el vecino grande, especialmente en lo relativo al sector gasífero, que podría convertirse en uno de los principales puntos de influencia de Kiev.
Timoshenko está resuelta a poner fin a lo que llama "programas arriesgados" en el comercio de gas con Rusia, y se ha quejado de los elevados precios de este elemento y de las bajas regalías que obtiene por el pasaje de gasoductos por territorio ucraniano.
Ucrania podría establecer sus propias condiciones para la membresía de Rusia. Públicamente, Kiev dice que verá con buenos ojos el ingreso de Moscú en la OMC si transparenta las relaciones entre ambos Estados.
Funcionarios de la UE observaron que la disputa sobre el gas de 2006 entre Rusia y Ucrania podría haberse resuelto rápidamente dentro del sistema de resolución de disputas comerciales de la OMC si ambos países hubieran sido miembros.
Al parecer, esto fue comprendido por Yushchenko. "Apoyamos plenamente a la Federación Rusa en su camino a la OMC. Ucrania hará todo lo que pueda para que el proceso de ingreso se complete a la brevedad posible", dijo el presidente al Consejo General de la OMC en Ginebra.