La firma petrolera hispano-argentina Repsol-YPF dirigirá su mirada hacia África y más a España, donde prevé realizar grandes inversiones, pero sin apartarse de América Latina, donde se desarrolló hasta convertirse en una de las transnacionales más poderosas del sector en el mundo.
El presidente de Repsol-YPF, Antonio Brufau, informó a IPS que, entre otras cosas, la empresa invertirá en Ecuador, Perú, Brasil, Estados Unidos y Bolivia, siendo la cifra en este último país de 1.000 millones de euros (1.400 millones de dólares). También invertirá en la propia España y en países de África, en especial en Libia y Argelia.
El total de las inversiones sumarán 32.000 millones de euros (50.800 millones de dólares) hasta 2012 y sobre ellas y el plan global de desarrollo Brufau informará públicamente el 28 de este mes, cuando dará a conocer también los resultados de su empresa en 2007.
Fuentes del sector señalaron que la diversificación de sus inversiones en África y Europa obedece a la necesidad de reducir el riesgo que podría surgir de vaivenes políticos en América Latina.
Un hecho que muestra la reducción del peso relativo de Repsol-YPF en esa región es la venta en diciembre de 25 por ciento de su filial argentina, YPF, al Grupo Petersen, del empresario argentino Enrique Eskenazi, por 2.700 millones de euros (3.750 millones de dólares), de la que ya se concretó 14,9 por ciento, quedando el resto para ser ejecutada a más tardar en cuatro años.
De todos modos, Repsol-YPF continuará controlando esa firma en Argentina, que seguirá presidida por Brufau, con Eskenazi de vicepresidente y otro español, Antonio Gomis, como director general.
Al firmase el acuerdo, Brufau subrayó que el mismo consolida una unión entre capacidades complementarias que, a su entender, son "la eficiencia global de Repsol-YPF en el negocio petrolero y la del Grupo Petersen en la gestión de los negocios en la Argentina".
Seis son las provincias argentinas cuyos gobiernos manifestaron interés por comprar acciones de la petrolera: Chubut, Neuquén, Santa Cruz y La Pampa, ubicadas al sur de la capital, y Mendoza y Salta en el norte, sobre la cordillera de los Andes.
A fines de febrero o principios de marzo, los gobernadores de las seis provincias se reunirán para decidir una oferta formal. Un paso previo lo dieron Brufau y Mario Das Neves, gobernador de Chubut y presidente de la Organización Federal de Estados (provincias argentinas) Productores de Hidrocarburos, cuando se reunieron en diciembre en Madrid.
En esa ocasión, Das Neves anticipó que el interés de las provincias es poder comprar un mínimo de 10 por ciento de las acciones de YPF, que podría llegar a 20 por ciento, porque eso les permitiría tener peso en la toma de decisiones de la petrolea. Además aclaró que ese 10 por ciento será sufragado totalmente con fondos públicos de la provincia, sin que ello impida que otras puedan hacer participar a inversores privados de las mismas.
Mientras, uno de los más importantes avances de Repsol-YPF se concretó en Perú, donde descubrió un yacimiento de gas en las inmediaciones de la histórica ciudad de Cusco, en el campo denominado Kinteroni XI., en el que tiene como socios a la firma brasileña Petrobrás, con 35,15 por ciento, y a la filial peruana de la estadounidense Burlington Resources, con 23,85 por ciento.
Petrobrás y Repsol-YPF iniciaron a mediados de enero un proceso para adquirir toda la participación de Burlington Resources.
Como en Argentina y España, esta compañía posee en Perú una vasta red de estaciones expendedoras de productos refinados de petróleo (unas 200) y de gas al por menor.
Además, está considerada en ese país como una de las empresas con mayor facturación, con participación en ocho bloques petrolíferos, en cuatro de los cuales es operador, ubicados dos en las cuencas del río Marañón y otros dos en la del río Ucayali. En el sur peruano es también el comercializador exclusivo de una planta de licuefacción ubicada en Camisea, desde donde a partir de 2010 suministrará gas a México, a otros países de la costa del océano Pacífico e incluso asiáticos. La compañía de origen español tuvo éxito el año pasado en sus exploraciones en Bolivia, donde encontró un pozo de gas con una capacidad de producción de 800.000 metros cúbicos diarios y también encontró otro en las aguas profundas de la cuenca de Santos, en la zona económica brasileña del océano Atlántico.
Este último yacimiento, denominado Carioca, tiene una capacidad de producción de 2.900 barriles de crudo y 57.000 metros cúbicos de gas por día.
Las inversiones en América Latina y África no significan un freno para las que realiza y las que tiene planificadas en España. Una de ellas será la ampliación de su refinería en Cartagena, municipio ubicado sobre la costa norte del mar Mediterráneo, para lo cual invertirá 3.200 millones de euros (5.080 millones de dólares).
Esa refinería, según fuentes de la empresa, se convertirá en una de las más modernas del mundo y duplicará su capacidad de producción llegando a los 11 millones de toneladas al año, lo que significa 220.000 barriles diarios, previéndose que entre en operaciones en 2011.