La ópera chilena «Viento Blanco», inspirada en la muerte de 45 jóvenes soldados de este país que participaban en un ejercicio de instrucción en la nieve en 2005, se estrenará con gran expectativa el 5 de marzo en el Teatro Municipal de Chile.
El compositor de la obra es el chileno Sebastián Errázuriz, de 32 años, quien pretende revitalizar con su audaz apuesta la exigua producción operística nacional.
En sus 150 años de vida, el Teatro Municipal de Chile, por lejos el principal escenario artístico del país, sólo ha montado 11 óperas de autoría nacional. La última, "Fulgor y muerte de Joaquín Murieta", de Sergio Ortega, data de 2003.
"Viento Blanco" está dividida en dos actos y cinco cuadros y su duración es de aproximadamente dos horas. Los protagonistas son los barítonos Juan Pablo Dupré y Sergio Gallardo y el tenor Mauricio Miranda, quienes personificarán a tres jóvenes reclutas.
Mientras Miranda dará vida a un conscripto con ganas de seguir una carrera militar, Dupré será un joven que pospone sus planes de matrimonio por ingresar al ejército.
Gallardo, en tanto, será un soldado que utilizó el servicio militar para escapar de una madre demasiado protectora. A ellos se suman otros nueve personajes entre autoridades castrenses, familiares y periodistas. Terminan el elenco, la Orquesta Filarmónica de Santiago y el Coro del Teatro Municipal.
A pesar de que Errázuriz se entrevistó con familiares del sargento y de los 44 reclutas fallecidos en la llamada "Tragedia de Antuco", ocurrida el 18 de abril de 2005, "Viento Blanco" es definida por sus autores como una "historia de amor de ficción".
Efectivamente, la ópera está basada en el dramático hecho vivido en las faldas del volcán Antuco, en la cordillera de los Andes de la región del Bío-Bío, 500 kilómetros al sur de Santiago, "pero sin buscar culpables ni razones".
La mayoría de los conscriptos fallecidos, integrantes del Regimiento Reforzado Nº 17 de Montaña del Ejército, realizaban voluntariamente el servicio militar con el objetivo de seguir una carrera militar profesional.
Aunque el ejercicio de montaña se realizaba todos los años, una particular nevada, conocida como "Viento blanco", sumada a la errónea decisión del mando superior del batallón de autorizar la expedición pese al mal tiempo, conspiraron contra los reclutas.
El temido viento blanco puede alcanzar una velocidad de 100 kilómetros por hora.
Los soldados, que murieron congelados a las pocas horas de iniciada la marcha desde un refugio cordillerano a otro, no contaban con la indumentaria indispensable para soportar las bajas temperaturas ni poseían los conocimientos necesarios para enfrentar alguna eventualidad. La compleja búsqueda de los cadáveres se extendió hasta el 6 de julio de 2005.
En el lugar, hoy hay un monumento que recuerda a los fallecidos y que fue visitado por Errázuriz mientras preparaba la ópera.
Aunque sobre los hombros del entonces comandante en jefe del ejército, Juan Emilio Cheyre, no recayó ninguna responsabilidad institucional, los mandos superiores del regimiento siniestrado fueron condenados por la justicia castrense.
La mayor pena recayó sobre el ex mayor Patricio Cereceda Truán, quien dio la orden de iniciar la marcha, el cual fue condenado a cinco años y un día de presidio por cuasidelito de homicidio e incumplimiento de deberes militares.
Luego de una larga negociación, en enero de 2007 el Consejo de Defensa del Estado informó que esa repartición había llegado a un acuerdo económico con los familiares que demandaron al fisco con el propósito de ser indemnizados por la pérdida de sus seres queridos.
El libreto de la ópera fue escrito por Errázuriz y los hermanos Rodrigo y Felipe Ossandón, mientras que el régie (producción), escenografía y vestuario corren por cuenta de Rodrigo Claro. La iluminación es dirigida por Patricio Pérez.
Hasta el momento sólo hay consideradas dos funciones a realizarse los días 5 y 6 de marzo, pero no se descarta una gira nacional e internacional
"'Viento Blanco' es una apuesta muy importante para el Teatro Municipal y la música sinfónica chilena", tanto por el tema tratado, la originalidad de su música y libreto como por la juventud del elenco, dijo a IPS la contralto Carmen Luisa Letelier, quien interpreta a la madre del recluta personificado por Gallardo.
Errázuriz ha señalado en varias ocasiones que su intención fue montar una obra asequible para los espectadores que no están habituados al mundo lírico. Por ello, es un misterio la recepción que tendrá entre el público fiel a las óperas de los grandes autores del siglo XVIII y XIX.
La artista cree que "Viento Blanco" puede tener buena llegada entre los jóvenes, quienes, a su juicio, se sienten más atraídos por la música contemporánea.
Entre las influencias musicales de Errázuriz se encuentra el compositor inglés Benjamin Britten, el francés Francis Poulenc, el austriaco Alban Berg y la finlandesa Kaija Saariaho. La obra a estrenar, según Letelier, también tiene toques de jazz.
La contralto describe la música compuesta por el joven artista chileno como "interesante, imaginativa, eficiente y con mucha personalidad, descriptiva más que abstracta" y el libreto como "cercano y coloquial".
"Creo que va a ser muy impactante el estreno. Todos los interpretes terminamos los ensayos muy emocionados, con lágrimas en los ojos", narra esta profesora de canto de la Universidad de Chile, quien ha actuado en diversos escenarios en su país, Argentina, España y Uruguay.
"En Chile se tiende a ridiculizar los valores del ejército como el rigor y la disciplina. La obra hace exactamente lo contrario, destacando conceptos como la amistad, la abnegación, la disciplina y el esfuerzo", señala.
La artista tiene la esperanza de que "Viento Blanco" abra un importante espacio a otros compositores chilenos de ópera que suelen chocar con la escasez de recursos y la falta de audacia de los escenarios nacionales.
