El consorcio Biomar, integrado por diez organizaciones ambientalistas peruanas e internacionales, procura que el gobierno de Perú declare refugios silvestres a 25 islas y 10 puntas de la costa sobre el océano Pacífico. Los sitios ubicados a lo largo de dos mil 500 kilómetros del litoral peruano habitados por aves y mamíferos marinos deben formar parte del Sistema Nacional de Areas Protegidas, reclaman los ambientalistas.
En esos promontorios rocosos moran lobos marinos, pingüinos, pelícanos, cuervos de mar, halcones peregrinos y variedades de tortugas, entre otras especies en situación vulnerable o amenazadas de extinción por la caza descontrolada de los pescadores artesanales que capturan en la zona.
«Estas especies deben ser protegidas por su importancia para el ecosistema del mar peruano, pues mantienen la diversidad biológica y renuevan la riqueza de recursos del litoral”, señaló Patricia Majluf, coordinadora del consorcio Biomar y representante en Perú de Wildlife Conservation Society.