Este año concluirá la construcción de un laboratorio marino del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales (STRI) en el archipiélago de Bocas del Toro, en el Caribe occidental de Panamá. El proyecto, cuyo costo supera el millón de dólares, está incluido en la inversión anual de 20 millones que el Instituto destina al istmo.
El laboratorio permitirá que investigadores de 40 países estudien los manglares, los pastos marinos y la cobertura coralina de las islas, dijo Cristian Samper, director encargado del STRI.
El edificio formará parte del complejo científico de Barro Colorado, una isla de la cuenca del canal de Panamá que es reserva biológica desde 1923.Los científicos instalarán un sistema de ocho torres de telemetría para controlar la actividad de casi 200 especies. Será el más avanzado establecido en un bosque tropical, aseveró Samper.
El laboratorio contará así mismo con paneles de energía solar y sistemas de tanques sépticos para el tratamiento de aguas servidas.