La presencia de las foráneas abejas africanas determinó un aumento de 25 por ciento en la producción y el peso de los granos de dos variedades de café cultivados en la occidental provincia panameña de Chiriquí, según un estudio del Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales. Las abejas africanas, que llegaron al país en los años 80, provocaron esporádicos ataques fatales contra humanos, así como una caída de la industria apícola sobre todo en Chiriquí, donde se produce buena parte de la miel panameña.
Pero el entomólogo David W. Roubik investigó durante cinco años el vínculo de estas abejas con el aumento de la producción de las variedades panameñas de café caturra y catimor.
El campo de estudio fue una zona rural a 30 kilómetros de la frontera con Costa Rica, en la cuenca del río Chiriquí Viejo. El trabajo de Roubik fue publicado en junio por la revista científica Nature e incluido en la obra «Panamá: Puente Biológico», editada por el antropólogo panameño Stanley Heckadon-Moreno.