El “chachafruto» o fréjol de árbol vuelve a ser un alimento esencial de las comunidades indígenas del sudoeste de Colombia tras una investigación de 10 años a cargo de la estatal Universidad Nacional. Se trata de un árbol de frutos leguminosos del género de las eritrinas, comparado al maíz y a la papa por su valor nutricional. Las semillas son ricas en aminoácidos esenciales.
Además, el fréjol de árbol fija el nitrógeno en el suelo, un proceso enriquecido por la cubierta vegetal que suministran las hojas caídas del árbol.
Los responsables del proyecto planean extenderlo a los departamentos del Valle, en el oeste, y de Putumayo, en el sur.