Brasil recicló en 2001 nueve millones de envases de aluminio, 85 por ciento de su producción total, ocupando el segundo lugar después de Suecia, que recuperó 90 por ciento de este tipo de recipientes, según el brasileño Compromiso Empresarial para el Reciclaje (Cempre). En 2000, la proporción de envases metálicos reciclados fue de 73 por ciento. Además, la recuperación de recipientes plásticos de bebidas aumentó de 15 a 33 por ciento en los últimos tres años, y un crecimiento similar experimentaron los residuos de vidrio y cartón.
La actividad emplea a 500.000 personas en la recolección callejera y 240.000 en el comercio de chatarras ferrosas, destacó André Vilhena, director de Cempre.
Se trata de un negocio en expansión, que pronto superará los 3.000 millones de dólares anuales, cuadruplicando el monto del año pasado, aseguró Vilhena.