La adopción de un sistema de certificación de sostenibilidad turística de carácter regional fue impulsada en la Cumbre de Autoridades de Turismo y Ambiente de Iberoamérica y el Caribe, reunida a fines de mayo en el archipiélago ecuatoriano de Galápagos. El turismo es «una de las actividades de mayor crecimiento que contribuye al desarrollo económico y social de los pueblos y en especial en la estrategia de lucha contra la pobreza», afirma el documento final del encuentro.
La declaración propone crear herramientas de evaluación del impacto del turismo, la armonización de las legislaciones nacionales en materia de turismo y ambiente y fortalecer el control de normas, regulaciones y códigos de ética locales, nacionales, regionales y globales.
La declaración también propugna la adopción de sistemas de evaluación de la diversidad biológica a largo plazo, «para utilizarlos como indicadores de sostenibilidad en los destinos turísticos».