CUBA: El disímil prisma de las generaciones

Una amplia mayoría de la población cubana sólo ha vivido bajo el gobierno de Fidel Castro, pero la cuarta parte de ella ha crecido en las últimas dos décadas de crisis económica, lapso en el cual la épica revolucionaria cedió espacio a la inquietud por las carencias materiales y los dramas cotidianos.

La renuncia de Castro a ser reelegido jefe de Estado ha vuelto a colocar en la palestra la interrogante sobre quién sucederá en el poder a la llamada "generación histórica", que hoy ronda los 80 años de edad, y cómo sostendrá el respaldo popular, sobre todo entre los más jóvenes.

"La 'generación histórica' no va a renunciar al poder", dijo a IPS Yadira Valdivia, una bibliotecaria residente en La Habana. "Sólo espero que quienes tienen cargos no intenten maquillar la situación y adopten las medidas necesarias para evitar problemas en el país", apuntó.

"Creo que deberíamos elegir a otras personas de diversas generaciones para meter aire fresco en el gobierno", consideró Valdivia, de 28 años, persuadida de la urgencia de realizar un "debate político" en esta isla caribeña.

"Lo más lógico es que ahora asuma el gobierno la 'generación histórica'", sostuvo Rubén Jiménez, de 64 años. "El país y los dirigentes están preparados, pero con las amenazas actuales de Estados Unidos no se debe hacer un gesto que pueda tomarse como síntoma de debilidad", señaló este oficial jubilado de las Fuerzas Armadas.

Por su parte, Miriam Cruz, de 59 años, estimó más probable la puesta en marcha de una combinación entre la dirigencia tradicional y la de menor edad. "Me imagino que habrá una mezcla, porque hay gente joven capaz, de lo contrario estaríamos negando la buena obra de la Revolución"

Luego del retiro de Castro el 31 de julio de 2006, en ese momento todavía temporal, se conformó un equipo de gobierno interino, encabezado por su hermano menor, Raúl, cuya edad promedio era entonces de 63 años. Todos los miembros del grupo habían nacido antes del triunfo revolucionario de 1959.

Casi 17 meses después de aquella Proclama al pueblo de Cuba, un mensaje de Fidel Castro publicado el martes pero con fecha del día anterior explica su decisión de no aceptar la presidencia de Cuba y, por ende, el cargo de Comandante en Jefe, responsabilidades que según la Constitución cubana deben recaer en una misma persona.

El líder de la Revolución Cubana no menciona su cargo de primer secretario del gobernante Partido Comunista, decisión que podría haberse aplazado hasta la realización del próximo congreso de la agrupación. En la misiva afirma que se concentrará en aportar ideas desde su columna en la prensa y expresa su confianza en la continuidad del sistema.

Nuestro proceso "cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia", con otros que "eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución" y con la "generación intermedia que aprendió junto a nosotros los elementos del complejo y casi inaccesible arte de organizar y dirigir una Revolución", sostuvo Castro.

Según datos de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral), apenas 17,25 por ciento de sus integrantes conoció el sistema capitalista en la isla. Más de 60 por ciento nació después de 1959 y el resto estaba en plena niñez cuando Castro sus milicianos llegaron al poder aquel año.

"No estoy para eso ahora", confesó a IPS una estudiante universitaria de 20 años, que prefirió guardar el anonimato. "No creo que nada cambie tan pronto, además, me es indiferente", aseguró.

"Quizás debamos preocuparnos por la apatía política de una parte de la juventud", sugirió César Méndez, profesor de matemáticas en una escuela secundaria. "Es un síntoma de lo que ha sucedido con nuestro socialismo en los últimos años: la indiferencia de los más jóvenes", afirmó.

El presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, reconoció en una reunión celebrada en enero con estudiantes de la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI) lo difícil de convencer a las personas sobre los defectos del capitalismo anterior a 1959, pues calificaban esos argumentos de cosa de "viejos", siempre "diciendo lo mismo".

En ese mismo encuentro, Alarcón fue interrogado por varios estudiantes sobre temas álgidos de la realidad cubana, como la doble circulación monetaria, la prohibición de viajar fuera de Cuba y alojarse en hoteles, el acceso a Internet y la necesidad de implementar un intercambio más abierto y constante entre la población y los ministros.

"El hecho de que algunos estudiantes hayamos expuesto algunas cuestiones, algunas polémicas, que de cierto modo nos miramos por dentro, revisamos nuestros conceptos, es para construir mejor el socialismo, y no para destruirlo", aseguró Eliécer Ávila, alumno de la UCI, en una entrevista realizada para desmentir informaciones que aseguraban haber sido detenido a causa de sus reclamos.

La Revolución puede "autodestruirse" a causa de sus propios errores, advirtió Fidel Castro el 17 de noviembre de 2005 ante estudiantes en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, donde también llamó a enfrentar la corrupción y las desigualdades fortalecidas en la crisis económica desatada a comienzos de los años 90 tras la desaparición de la Unión Soviética y del campo socialista europeo, sus principales socios comerciales.

"Se deben trasformar las leyes que limitan la movilidad de los cubanos dentro y fuera de la isla", estimó Valdivia. "Los medios de prensa deben reflejar un verdadero debate social acerca de las nuevas líneas a seguir en la economía, la política interna y el ordenamiento gubernamental", subrayó.

Analistas han sugerido que bajo la administración efectiva de Raúl Castro se acelerarán las leves reformas iniciadas el año pasado para impulsar el desarrollo en sectores claves de la economía, como la agricultura, y podrían erradicarse interdicciones de larga data, relacionadas con la compraventa de bienes.

"El mayor reto de la nueva dirigencia es lograr que se siga manifestando una unidad elevada en la vida del pueblo", indicó Jiménez, quien reconoció el peso del carisma de Fidel Castro y la responsabilidad histórica que caerá sobre quien "calce esas sandalias" (sea designado presidente).

"A pesar de estar cayéndome de sueño, alcanzo a darme cuenta que hoy se ha cerrado un ciclo", escribió la cubana Yoani Sánchez en su blog Generación, tras conocer la noticia de la renuncia de Castro.

"Vale preguntarse si el nuevo (ciclo) que se abre llevará nuestros nombres, tomará el curso de nuestros deseos o durará otros 50 años", se interrogó la joven licenciada en Filología, de 32 años.

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