Un plan de nueve millones de dólares para proteger la sudoriental cuenca del río Caura, en Venezuela, promovido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), obtuvo una aprobación primaria del Fondo Mundial para el Medio Ambiente del Banco Mundial. El río Caura nace en el macizo guayanés, cerca de la frontera con Brasil, corre 745 kilómetros en dirección sur-norte hasta desembocar en el Orinoco, y su cuenca, de unos 45 mil kilómetros cuadrados, alberga al menos dos mil 700 especies de plantas, 168 de mamíferos, 475 de aves, 23 de reptiles, 13 de anfibios y centenares de variedades de peces.
El Caura es uno de los ríos largos y caudalosos todavía no intervenidos con represas en Venezuela y atraviesa una reserva de bosques prístinos.
Sus aguas despiertan la tentación permanente de trasvasarlas a la vecina cuenca del Caroní, que alimenta la represa hidroeléctrica de Guri, responsable de suministrar electricidad a casi todo el país y al extremo norte de Brasil.