El reglamento de estándares nacionales de calidad ambiental que prepara el Congreso legislativo de Perú incluye normas contra la contaminación sonora. Los municipios no podrán admitir límites superiores a los 60 decibeles en zonas residenciales, 70 en comerciales y 80 en áreas industriales, con una reducción de 10 decibeles en cada sector en horarios nocturnos.
Las autoridades municipales tendrán potestad para hacer respetar estos límites y deberán coordinar con los ministerios respectivos la aplicación de sanciones a los infractores.
«Los ruidos excesivos son una forma de contaminación invisible y son tan nocivos como otros factores de contaminación ambiental más conocidos», dijo Jaime Cordero, asesor del Consejo Municipal Metropolitano de Lima en temas ambientales.
«Está científicamente comprobado que ruidos superiores a 80 decibeles dejan de ser molestos para convertirse en perjudiciales para la salud. Ese límite es con frecuencia sobrepasado por la maquinaria de una fábrica», añadió.