Científicos mexicanos intentan convertir a la pitaya y el xoconoxtle, frutos endémicos de México, en productos de exportación y motores de desarrollo para comunidades muy pobres. Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) buscan definir las mejores forma de cultivo, conservación, procesamiento y comercialización de las frutas que producen campesinos del meridional estado de Oaxaca.
La universidad pretende superar los problemas de rápida fermentación de frutos que crecen de plantas cetáceas, para llevarlos por primera vez a mercados externos.
La venta local de la pitaya y el xoconoxtle, cuya producción fluctúa entre 700 y mil toneladas anuales, es casi la única fuente de ingresos de los campesinos de la Unión de Ejidos y Comunidades de la Mixteca Baja.
Una planta de alimentos de la UAM logró procesar la pitaya como mermelada y ahora trabaja con los campesinos para que ellos la elaboren por su cuenta.
Si el proyecto tiene éxito, al menos 300 familias podrían salir de la pobreza extrema, dijeron fuentes de la UAM.