Miles de peces aparecieron muertos a mediados de este mes en el río Almendares, el más importante de La Habana, en el segundo incidente de esa naturaleza ocurrido en Cuba en los últimos seis meses. Pescadores sospechan que la catástrofe se debe a desechos industriales vertidos en las aguas del río, echando por tierra las labores de descontaminación en el área.
Un hecho similar, de causas también desconocidas, ocurrió en septiembre en la desembocadura de los ríos San Juan y Yumurí, en la bahía de Matanzas, a más de 100 kilómetros de La Habana.