El distrito de Santa Fe, uno de los 20 en que está dividida la capital colombiana, y el Departamento Administrativo de Medio Ambiente (DAMA) lanzaron la campaña «Paremos la contaminación» contra los ruidos molestos que afectan al centro histórico, comercial y administrativo de Bogotá. Las normas para esta zona fijan un tope a los sonidos de 65 a 70 decibeles en horario diurno y de 45 y 60 decibeles por la noche. Quienes las infrinjan serán sancionados con multas hasta de 300 salarios mínimos (unos 36 mil dólares).
Los ruidos de bocinas y de automóviles con estado mecánico deficiente y los altoparlantes de discotecas y bares superan con frecuencia los márgenes oficiales.
En Bogotá, con 7,5 millones de habitantes, circulan diariamente un millón de vehículos