La Superintendencia de Electricidad y Combustibles de Chile inició una estricta fiscalización de los centros de expendio de gasolinas, para resguardar su calidad de acuerdo con las normas de los planes de descontaminación. El superintendente Sergio Espejo informó el día 2 que, como consecuencia de las inspecciones, fueron clausuradas en todo el país 20 gasolineras.
La infracción más frecuente fue la mezcla de gasolinas con querosén, lo cual disminuye la pureza del combustible y daña los motores, aumentando la emisión de gases tóxicos.
En el marco del Plan de Descontaminación de la Región Metropolitana, a comienzos de los años 90 se comenzó a distribuir en Santiago la gasolina sin plomo.