Viviendas construidas mediante una técnica desarrollada por el Centro de Postgrado en Ingeniería de la Universidad Federal de Río de Janeiro resultan entre 30 y 50 por ciento menos costosas que las tradicionales y protegen mejor de las variaciones térmicas y el ruido exterior. Mediante ladrillos de encaje fabricados con suelos locales y sin uso de horno, es posible ahorrar hasta 90 por ciento de la energía requerida por los ladrillos cocidos, dijo a Tierramérica el ingeniero Francisco Casanova, quien desarrolló la técnica.
Las piezas de encaje, que contienen apenas entre cinco y 10 por ciento de cemento, se moldean con prensas manuales o hidráulicas.
Una vivienda puede erigirse con muy poca o ninguna argamasa, según el modelo, lo que reduce el tiempo de construcción y el uso de mano de obra.
El ejército y muchas alcaldías brasileñas están erigiendo casas para soldados y aldeanos con esta técnica.