Investigaciones realizadas en Brasil demuestran que la piel de la rana y el látex del árbol del caucho son excelentes materias primas para parches cicatrizantes. La piel de rana es usada por poblaciones del interior de este país para curar heridas, pero fresca y con adición de antibióticos.
Investigadores de la Universidad de Brasilia desarrollaron una técnica de deshidratación para conservar la piel y comprobaron su poder antibacteriano natural, sin uso de antibióticos.
La piel se mostró efectiva en quemaduras de hasta tercer grado, y con una cicatrización más rápida que sustancias farmacéuticas similares. La próxima meta es probarla en heridas crónicas de diabéticos.
Para esos casos, la Facultad de Medicina de Ribeirao Preto de la Universidad de Sao Paulo desarrolló un parche de látex extraído del árbol amazónico del caucho.
Según el estudio iniciado en 1994 el látex ayuda a crear nuevos vasos sanguíneos y cicatriza en algunas semanas heridas que exigen meses de tratamiento convencional.