China amenaza con quitarle los aliados centroamericanos que aún le quedan a Taiwán, isla a la que Beijing considera una provincia de su territorio, pese a que tiene gobierno propio desde 1949.
Costa Rica estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China el 1 de junio de 2007, luego de más de 60 años de vínculos con Taiwán.
El embajador chino en Costa Rica, Wang Xiaoyuan, afirmó que en una reunión sostenida en este país con el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, éste le aseveró que las relaciones con China son "irreversibles", tanto en el ámbito comercial, como "diplomáticas y políticas".
La inversión privada de la potencia asiática está presente en el ámbito textil en Honduras y en Guatemala. En Nicaragua su presencia es menor, al contrario que en Panamá, donde empresas chinas utilizan la Zona Libre (zona franca) de Colón para distribuir desde allí sus productos a otros países. Además, China se ha convertido en el segundo cliente del canal interoceánico panameño.
Wang dijo a IPS que "las conversaciones (diplomáticas) con Panamá se establecieron incluso antes que con Costa Rica, pero Costa Rica llegó primero. Los contactos se mantienen, ojalá se dé cuanto antes" el inicio de relaciones. Mientras, China mantiene una representación económica y comercial en suelo panameño.
La primera visita a China del actual presidente de Costa Rica, Óscar Arias, fue en 2004, cuando todavía era candidato del Partido Liberación Nacional.
Las conversaciones llegaron a buen término el 1 de junio del año pasado, ya con Arias al frente del gobierno, cuando el Poder Ejecutivo "tico" reconoció oficialmente a China, rompiendo de forma automática sus vínculos con Taiwán después de 63 años.
China mantiene relaciones con 169 países, mientras Taiwán sólo lo hace con 24, cinco de ellos en América Central (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá).
Costa Rica, de 4,4 millones de habitantes, es uno de los pocos países del mundo que sostiene una balanza comercial favorable con China, poblada por más de 1.300 millones de personas.
En 11 meses de 2007 hasta noviembre, el intercambio bilateral ascendió a 2.600 millones de dólares, mientras en el total anual se estima que hubo un aumento de 38 por ciento respecto de 2006, cuando se transaron 2.100 millones de dólares.
De esos 2.600 millones de dólares, 2.100 corresponden a exportaciones costarricenses, y 500 millones a ventas chinas. La mayoría del comercio transado se sitúa en el rubro de alta tecnología.
Wang dijo que "la tendencia del comercio entre los dos países es al alza. Ya antes de establecer relaciones diplomáticas (entre enero y mayo de 2007) el incremento fue de 60 por ciento".
Cuando Arias regresó a Beijing, en octubre de 2007, se firmaron una serie de acuerdos y convenios económicos, comerciales y culturales. El mandatario invitó a su homólogo Hu Jintao, a visitar Costa Rica, lo que podría ocurrir este año.
Uno de los acuerdos más importantes fue entre la Corporación Nacional Petrolera de China (CNPC) con la Refinadora Costarricense de Petróleo.
La capacitación de personal costarricense en China, la renovación de la refinería de Limón sobre el mar Caribe —que por su tecnología obsoleta sólo logra destilar 20.000 barriles diarios de combustible, cuando su capacidad original era del doble— y la exploración en busca de yacimientos en este país centroamericano son los tres puntos acordados en ese pacto.
La asistencia china para modernizar la refinería tendrá como objetivo duplicar su capacidad actual y se basaría "en tecnologías avanzadas, muy ecológicas, haciendo un trabajo para reducir la emisión de gases" de efecto invernadero, según Wang.
"China da una gran importancia al cambio climático y quiere esforzarse con el resto de países importantes" para abatir la contaminación causante del recalentamiento, aseveró.
Por otra parte, los primeros contactos para discutir un acuerdo de libre comercio entre las dos naciones se iniciaron en agosto, con el viaje a China del ministro de Comercio Exterior costarricense, Marco Vinicio Ruiz.
Las conversaciones están centradas aún en la viabilidad de un pacto de libre comercio, por lo que las negociaciones formales se iniciarán "pronto", afirmó el diplomático.
Wang recordó que son negociaciones largas, y puso el ejemplo del tratado firmado con Chile, que entró en vigor en octubre de 2006: "siendo rápido, se demoró un año, con cinco rondas de negociaciones".
Según Wang, en este país residen entre 50.000 y 60.000 chinos o descendientes de chinos, de los que apenas 2.000 cuentan con pasaportes del país asiático, muchos de ellos caducos y que están en proceso de renovación.
Noventa y cinco por ciento de los integrantes de la comunidad china provienen de la sureña zona de Cantón (o Guangzhou), capital de la provincia de Guangdong, y el resto de Taiwán.
"Unos y otros nos dieron una bienvenida magnífica", aseguró Wang. La embajada abrió sus puertas el 23 de agosto del año pasado. Su homóloga en China se inauguró el 24 de octubre, en coincidencia con la visita de Arias.