VENEZUELA: Nace una nueva mayoría

En Venezuela emerge una nueva mayoría, que reclama democracia e inclusión y fue mostrada por el referendo constitucional del pasado domingo, en el que fue derrotado el presidente Hugo Chávez.

Marchas en la campaña por el referendo. Crédito: Pedro Antonuccio
Marchas en la campaña por el referendo. Crédito: Pedro Antonuccio
"Yo estaba con Chávez, pero se pasó, quería demasiados poderes para hacer cosas sin haber terminado de cumplir con la Constitución que ya tenemos", comentó a IPS Ángel Sánchez, un moto-taxista caraqueño de 26 años, feliz de que la ciudad se sumerja de nuevo en el tráfago prenavideño que le reporta trabajo e ingresos.

Chávez "debe botar tanto incapaz que lo rodea y buscar el diálogo, y los opositores ver de dónde sacan un líder que no se ve por ninguna parte", dijo Zulay de Peña, quien vende cachapas (tortillas de maíz tierno) en una acera del este capitalino.

En Venezuela "no hay una revolución, y menos socialista, sino que surge un ciudadano democrático, que quiere respeto, inclusión, igualdad de oportunidades, seguridad, inversiones y empleo", dijo a IPS el consultor político Oscar Schémel, director de la encuestadora Hinterlaces.

Schémel sostiene que "vamos hacia una nueva correlación de fuerzas, aunque todavía la mayoría democrática, evidenciada con el referendo, no está articulada y apenas vemos su primera manifestación, el deslave o desplazamiento de quienes apoyan a Chávez".
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El mandatario presentó una propuesta de reforma a la Constitución que aumentaba sus poderes y permitía su reelección indefinida, a la vez que entregaba responsabilidades y recursos a comunidades locales, incrementaba el control estatal sobre la economía y proponía formas de organización política y económica con rasgos socialistas.

En el referendo 51 por ciento de los electores dijeron No y 49 por ciento Sí, con una abstención de 44 por ciento en el padrón de 16,1 millones de electores.

La propuesta del presidente cosechó 4,3 millones de sufragios, tres millones menos de los que hace un año permitieron su reelección.

"Me equivoqué en la selección del momento estratégico para hacer la propuesta. Pudiera ser que esos dos o tres millones, y hasta más, aún no están maduros para asumir un proyecto abiertamente socialista", comentó Chávez.

Leopoldo López, del partido opositor Un Nuevo Tiempo y alcalde del municipio caraqueño de Chacao, dijo a IPS que "el pueblo sí está maduro y por eso rechazó el proyecto de reforma que lesionaba sus derechos democráticos". "El pueblo nos ha mandado una respuesta que estamos obligados a considerar. No tiene sentido una propuesta si el pueblo no la quiere, porque el socialismo no se decreta", reflexionó José Albornoz, secretario general de Patria Para Todos, un pequeño partido de cuadros que apoya a Chávez.

Los analistas comienzan a concordar en que para el resultado fue determinante la porción del electorado "chavista" que se abstuvo de votar por falta de motivación o para no sufragar en contra del líder que han acompañado por años.

"El pueblo se está desenamorando de Chávez", opinó el legendario ex comandante de guerrillas comunistas Douglas Bravo, "después que en el último siglo sólo se había enamorado dos veces, de Acción Democrática (el gran partido socialdemócrata que nació en 1941) y del actual presidente. Ahora se abren nuevas oportunidades políticas".

Cuando fue reelegido hace un año, Chávez ganó en las 24 regiones del país, pero esta vez el No triunfó en los estados más poblados. En el distrito capital, que fue su bastión por años, el No se impuso con casi 53 por ciento, incluso con victorias claras en varias zonas populares. "La propuesta socialista sigue viva, yo no renuncio a ella. Aquí no hay un paso atrás, hay que seguir avanzando", dijo Chávez, dando a entender que buscará recoger en leyes o decretos algunas de las reformas que propuso.

Ya no podrá proponer otra reforma constitucional, pero sí una pequeña enmienda o bien impulsar una asamblea constituyente, en algún momento políticamente favorable antes de la elección presidencial prevista para 2012.

"Cualquier propuesta antidemocrática chocará con el muro que estamos construyendo", afirmó a IPS Freddy Guevara, del núcleo dirigente del movimiento estudiantil opositor que se reveló como la novedad política de Venezuela en 2007.

Para los estudiantes, cuyas manifestaciones callejeras fueron la bujía de la causa opositora, "este referendo ha sido como nuestra carta de presentación. Ahora vamos a elaborar propuestas al país, para una nueva ciudadanía, defensa de los derechos humanos y por la reconciliación nacional", dijo otra dirigente, Geraldine Álvarez.

Benjamín Scharifker, rector de la caraqueña Universidad Simón Bolívar, llamó la atención sobre el hecho de que "en sus primeras reacciones, el discurso de Chávez y del oficialismo ve el resultado del referendo como producto de errores tácticos, no como un reclamo ciudadano por el diálogo y la conciliación".

"Si Venezuela fuese gobernada bajo un régimen parlamentario, ya se verían una recomposición del gabinete y acuerdos con otras fuerzas", agregó Scharifker.

Chávez felicitó a los ganadores, pero no ha anunciado diálogo con ellos ni apertura a las tesis más defendidas por la oposición. Muestra de su estilo sería que sólo a regañadientes, según trascendió a la prensa, el presidente aceptó su derrota ya en la madrugada del lunes, pues hasta entrada la tarde del domingo estaba convencido de la victoria, mostrada por algunos sondeos a boca de urna cuando aún había electores ante las mesas esperando para sufragar.

Cuando el Consejo Nacional Electoral contabilizó 88 por ciento de las actas, apareció la victoria del No sobre el Sí con 1,4 por ciento de diferencia, pero, en una reunión con políticos y mandos militares, Chávez habría exigido esperar los resultados totales.

Ello hubiera pospuesto el desenlace hasta cuatro días, cuando el poder electoral llevaba ya horas de angustiosa demora respecto del tiempo pautado para un primer boletín con resultados.

Según registros de prensa, uno de los generales cercanos a Chávez le expresó la inconveniencia de más dilaciones y agregó que si se generaban desórdenes por ese motivo "la Fuerza Armada no saldrá a reprimir al pueblo".

El mandatario entonces decidió respaldar los resultados y, apenas los anunció la autoridad electoral, los reconoció y admitió la derrota, aunque agregó la expresión que le hizo famoso cuando se rindió después de fracasar como jefe de una rebelión militar en 1992: "Por ahora".

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