DESAFÍOS 2008-CUBA: Año para despejar incógnitas

Si el año que termina fue para Cuba el de las incógnitas sobre su futuro, 2008 debería ser el de las respuestas a las interrogantes abiertas por el delicado estado de salud del presidente Fidel Castro, alejado de sus funciones públicas desde hace 17 meses.

Su hermano menor Raúl Castro, a cargo del gobierno de manera provisional, y el propio Fidel dieron este mes algunas claves que llevan a suponer que ninguno de los dos está pensando, al menos por ahora, en el retiro definitivo del líder de la Revolución de 81 años, sometido el 31 de julio de 2006 a la primera de varias operaciones por una dolencia de origen intestinal. El mandatario interino aprovechó un recorrido por varias comunidades de la oriental provincia de Santiago de Cuba, donde ambos fueron postulados candidatos a diputados, para dar detalles sobre la salud de Fidel Castro y dejar claro que se mantiene activo políticamente.

"No lo abrumamos con problemitas, pero le consultamos todas las cuestiones principales", dijo, luego de asegurar que Fidel goza de una saludable mentalidad, se encuentra en pleno uso de sus facultades mentales, realiza ejercicios casi dos horas diarias y se ha recuperado bastante de peso y masa muscular.

Aseguró además que todos los dirigentes del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) defendieron la idea de que se le "postulara nuevamente". Fidel y Raúl Castro integran la lista única de aspirantes a ocupar un escaño en la Asamblea Nacional, el parlamento unicameral, que será sometida a votación en comicios generales convocados para el 20 de enero.

Alrededor de un mes y medio después de ser renovada, la Asamblea debe elegir de entre sus miembros a los 31 integrantes del Consejo de Estado, cuya presidencia ocupa Fidel Castro desde que en 1976 surgió el actual modelo institucional. Nadie descarta que sea nuevamente elegido en ese cargo.
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Fidel Castro removió el avispero de las conjeturas el 17 de este mes cuando en un mensaje enviado a la televisión nacional señaló que su "deber elemental no es aferrarme a cargos, ni mucho menos obstruir el paso a personas más jóvenes, sino aportar experiencias e ideas cuyo modesto valor proviene de la época excepcional que me tocó vivir".

Este viernes, el convaleciente mandatario volvió sobre la misma idea, en una epístola con su firma enviada al último período de sesiones del parlamento, en la que reiteró que no es "una persona aferrada al poder", aunque admitió que lo fue "un tiempo por exceso de juventud y escasez de conciencia".

Sus palabras se han prestado para más de una lectura, entre ellas la de que planeaba ceder el poder a nuevos dirigentes. Sin embargo, analistas más avezados consideran que el líder cubano permanecería como "gran consejero" desde una posición que él y sus colaboradores consideran estratégica para la continuidad y estabilidad de la Revolución.

"La solución formal no sé cual será, ni creo que nadie la sepa por ahora, pero inevitablemente, su participación en el gobierno será distinta", comentó a IPS, Luis René Fernández, investigador del Centro de estudios sobre Estados Unidos de la Universidad de La Habana.

En su opinión, el país vive actualmente "un proceso lento y gradual de reestructuración e institucionalización, que es complejo y difícil, pero que supone en definitiva conseguir que el sistema funcione correctamente, e incluso mejore en todos los aspectos en ausencia de Fidel Castro". La ciudadanía de este país, con 11,2 millones de habitantes, espera también que el nuevo año le traiga las soluciones para los problemas expuestos en los debates populares convocados en torno al discurso de Raúl Castro el 26 de julio, caracterizado por el reconocimiento de las carencias y dificultades de la vida cotidiana.

Tanto el discurso como el llamado a esas discusiones contaron con la aprobación de Fidel, según aclaró el presidente en funciones, quien describió los debates como una forma de democracia y participación de toda la ciudadanía. "Fue una especie de encuesta gigantesca", indicó en su periplo por la zona oriental.

Según testimonios, en esas reuniones no hubo tema tabú ni queja que quedara sin plantear. Se habló del bajo poder adquisitivo de los salarios, del déficit de vivienda y del transporte público, así como de la carestía de los alimentos necesarios para completar la canasta básica, entre otros muchos pesares de la vida cotidiana.

Pero, si bien para algunos problemas podría haber soluciones rápidas, otros requieren de la disponibilidad de recursos o de un estudio profundo de la situación, según el discurso del presidente interino al clausurar la reunión con la cual el parlamento cubano finalizó su gestión de 2007.

Ese proceso ratificó "algo fundamental: quien ocupa un cargo de dirección debe saber escuchar y crear el ambiente propicio para que los demás se expresen con absoluta libertad", indicó Raúl Castro, quien afirmó que en los debates se recogieron más de 1,3 millones de planteamientos.

"Entiendo que no todo se pueda resolver a la vez, pero es importante comenzar a ver la luz al final del túnel y también comprobar que se nos está oyendo", dijo a IPS Bárbara Ramírez, empleada de una tienda de bisutería en el barrio habanero de El Vedado.

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