Proyectos destinados a impulsar la emancipación de los jóvenes, en especial facilitando el acceso al trabajo, fueron analizados en el Encuentro Internacional de Experiencias de Empleo Joven 10 + 10, que finalizó este miércoles en la sudoccidental ciudad española de Mérida.
Durante tres días en esta ciudad, ubicada a 300 kilómetros de Madrid, se debatieron distintas experiencias en talleres, la exhibición de filmes, encuentros alrededor del café, charlas de pasillo o viendo la actuación de un mago.
"Eso tuvo la finalidad de mezclar nuestras ideas, mostrándonos nuevas formas de trabajo a enseñar y aplicar a su vez en nuestros territorios, comunidades, barrios, administraciones, agencias y, en definitiva, con las personas con las que trabajamos y convivimos", dijo a IPS Carlos Javier Rodríguez Jiménez, consejero (ministro) de una de las entidades convocantes.
Rodríguez Jiménez es miembro de la Consejería de Juventud y el Deporte del gobierno de Extremadura, una de las 17 comunidades autónomas que constituyen España y cuya capital es la bimilenaria ciudad de Mérida.
Según su opinión, una de las principales conclusiones del Encuentro es que "hay que potenciar el autoempleo entre los jóvenes del sector rural y facilitarles recursos para que desarrollen empresas y proyectos". "En especial hay que lograr la inclusión de las mujeres, que en esas zonas son las más excluidas", apuntó.
También participaron en esta convocatoria la Consejería de Empleo de Extremadura y el Instituto de la Juventud de España (Injuve), las Diputaciones Provinciales extremeñas de Badajoz y Cáceres, y la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ).
En este ámbito se presentaron 20 experiencias de empleo joven de América Latina y Europa, las que fueron analizadas y debatidas por dos centenares y medio de participantes provenientes de El Salvador, Finlandia, Italia, Ecuador, Francia, Alemania, Honduras, Nicaragua, Portugal y España.
José Manuel Miguel Ruiz, secretario general adjunto de la OIJ, señaló a IPS la coincidencia, entre los asistentes, de que una de las tareas más prioritarias es la de aumentar la inversión para la prevención de la violencia y el consumo de drogas, dándole mayor importancia a la labor educativa.
"En esa tarea hay una responsabilidad compartida de los padres y de las instituciones públicas", añadió.
En esa línea, Miguel Ruiz puso como ejemplo positivo el programa Trifinio, sobre la formación para el autoempleo, trabajo por cuenta ajena y emprendimiento social de jóvenes que se está desarrollando en El Salvador, Honduras y Guatemala y que fue presentado y analizado en Mérida.
"El Trifinio está adaptado al contexto económico y social de esos países y cabe destacar que, entre otras cosas, están utilizando la red informática de manera singular para fomentar el autoempleo, lo cual significa incorporar las nuevas tecnologías a la lucha contra la desigualdad", añadió.
El dirigente de la OIJ concluyó destacando el papel que juegan los medios de comunicación respecto de los problemas que afectan a los jóvenes, sobre todo entre los que consideró más graves: la drogadicción, el alcoholismo, la violencia, el acoso escolar y las pandillas.
"Eso, porque lo que los medios de comunicación dicen y lo que dejan de decir, incluso lo que ignoran, juega un papel de primer nivel en su formación", enfatizó.
La directora general del Injuve, Leire Iglesias, destacó que en España la situación de la juventud ha mejorado desde que comenzó la transición democrática en 1975 y que en la actualidad se registran los mejores datos de empleo joven de los 25 últimos años.
No obstante, puntualizó que en ese plano es necesario que las políticas de juventud y empleo estén coordinadas, y que son los propios jóvenes quienes tienen que reclamar a los poderes públicos innovación en la creación de puestos de trabajo para ellos.
Los organismos representados en la reunión de Mérida consideran jóvenes a los y las ciudadanas comprendidos entre los 14 y los 29 años, pero la extienden hasta los 35 años cuando se trata de iniciativas para la creación y acceso a puestos de trabajo.
Al respecto, Extremadura presentó el Proyecto Orión, que ya está en marcha y cuyo objetivo es fomentar el empleo en proyectos relacionados, fundamentalmente, con la prestación de servicios de atención a personas con necesidades especiales, niños, ancianos, personas con minusvalía y enfermos.
Otro plan que llamó la atención de los asistentes al Encuentro es el Programa Acceder, de la Fundación Secretariado Gitano de Madrid, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas en la categoría de Buenas Prácticas y en la de Mejores Prácticas.
Esa iniciativa apunta no sólo a facilitar el acceso de personas de etnia gitana al empleo sino también a combatir la discriminación racial que aún se manifiesta hacia ellas en España.
El proyecto italiano llamado "Personas con síndrome de down en el mercado laboral, un objetivo posible", está siendo ejecutado por una asociación civil que ayuda a jóvenes trabajadores que padecen este síndrome, a sus familias y a los empresarios que los contratan, realizando un seguimiento detallado de cada caso con el objetivo de lograr su inclusión social.
Los franceses presentaron "El Chantier-école: un impulso al acceso al empleo para los jóvenes", un centro de formación profesional en pintura decorativa y pintura para la construcción.
En ese proyecto se está desarrollando una metodología de obra-escuela abierta a todos los jóvenes con menos oportunidades y de bajo nivel educativo, que se complementa con un trabajo de acompañamiento individual.
La Organización Internacional del Trabajo, por su parte, hizo conocer su Programa de Promoción del Empleo Juvenil en América Latina y otro para la formación profesional de jóvenes campesinos, indígenas y afroecuatorianos que viven en el campo, y que está desarrollando en Ecuador.