La Secretaría de Acuicultura y Pesca de Brasil abrió concesiones para la cría de peces en áreas de represas y otras aguas públicas, con el fin de legalizar a pescadores clandestinos. Se trata de “ofrecer a los pescadores la oportunidad de legalizarse, en lugar de castigarlos”, explicó a Tierramérica el director de Acuicultura, Felipe Matias.
La primera licitación publicada contempla cinco áreas en Itaipú, inmensa represa hidroeléctrica compartida con Paraguay. Este año se publicarán otros cuatro pliegos.
Sólo uno por ciento de los recursos hídricos del país puede servir para la cría de peces, pero basta para duplicar la cantidad de los 150 mil acuicultores existentes.
Los pescadores tradicionales y ribereños pueden obtener concesiones en forma gratuita, mientras las empresas pesqueras pagarán por el derecho de uso del recurso.
Los alimentos no absorbidos por los peces de criadero pueden provocar proliferación de plantas acuáticas y encarecer el tratamiento de las aguas, advirtió el científico Jackson Pantoja, doctorado en el Instituto Nacional de Investigaciones de la Amazonia.