Un día antes de que comience la campaña por el referendo sobre la reforma constitucional propuesta por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, la confrontación política ha vuelto a tomar las calles de Caracas.
Cientos de estudiantes contrarios a la reforma, manifestantes oficialistas y miembros de la Guardia Nacional se enfrentaron a las puertas del Consejo Nacional Electoral (CNE), luego de que los cuerpos de seguridad impidieron que un grupo de manifestantes se encadenaran en la sede del organismo comicial.
Los estudiantes marcharon desde la Universidad Central de Venezuela hasta la sede del CNE para manifestar su oposición a la propuesta de reforma, que contempla cambios en 69 artículos, y solicitar al poder electoral la postergación del referendo constitucional, previsto para el 2 de diciembre, hasta febrero de 2008.
"Cívicamente alzo mis manos, me atropellan, me tumbaron mis dos dientes, quedé marcado para toda mi vida. No hay justicia en Venezuela", dijo al canal Globovisión Henry Vivas, un alumno de la Universidad Central que formaba parte de la marcha estudiantil y que fue golpeado por policías.
La situación se calmó cuando el rector principal del CNE, Vicente Díaz, solicitó a los manifestantes que no se amarraran a las puertas del edificio y aceptó recibir a una delegación.
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"Ellos leyeron una comunicación respecto a la realización de las elecciones y al concluir, de manera inadecuada, algunos estudiantes trataron de encadenarse en la escalera del CNE. Hubo una reacción de parte de la seguridad interna del CNE para impedir que se encadenaran", explicó Díaz.
"Quiero expresar mi repudio a la represión, a la agresión, y buscaré la forma de que esto se investigue. La marcha llegó hasta donde debía llegar, aquí hubo varias equivocaciones, una que los soldados de la Guardia Nacional agredieron a los estudiantes y que los muchachos se intentaron encadenar cuando habían sido recibidos por el CNE", agregó.
El de este jueves es el segundo acto callejero que realizan los estudiantes desde que se inició el proceso de discusión de la reforma constitucional que impulsa Chávez. El 17 de octubre, manifestantes contrarios a la iniciativa lograron llegar a la sede de la Asamblea Nacional legislativa y exponer sus desacuerdos.
El 15 de agosto, Chávez propuso modificar 33 artículos de la Constitución de 1999, que él mismo había impulsado. Entre otros cambios, incluyó prolongar de seis a siete años su mandato, permitir la reelección presidencial indefinida, suprimir la autonomía del Banco Central, reconocer la propiedad social junto a la pública y la privada, y crear milicias populares junto a las Fuerzas Armadas convencionales, que además se definirán como "un cuerpo esencialmente popular, patriótico y antiimperialista".
Chávez también propuso dar rango constitucional a los consejos comunales, establecer como base administrativa del país a las ciudades, divididas en comunas y comunidades, fijar la jornada de trabajo en seis horas diarias y organizar un sistema de seguridad social universal, así como ampliar los poderes presidenciales para diluir los estados y municipios en otras entidades, bajo su autoridad directa, cuando lo considere conveniente.
La Asamblea Nacional —conformada sólo por legisladores oficialistas, pues la oposición no participó de los comicios parlamentarios de diciembre de 2005— agregó modificaciones a otros 36 artículos.
Los opositores han calificado la propuesta de dictatorial y han criticado duramente en particular la modificación del artículo 337, que establece la suspensión de los derechos constitucionales al debido proceso y a la información cuando rijan en el país estados de excepción.
La Asamblea Nacional sancionará este viernes el texto de la reforma y lo someterá al CNE. Está previsto que el presidente lance la campaña por el "Sí" desde su estado natal, Barinas, en el noroeste del país.
La iniciativa ha encontrado voces en contra incluso dentro del arco oficialista. El Partido por la Democracia Social (Podemos) y el Partido Comunista han manifestado su desacuerdo con la forma en que se discutió, alegando que la envergadura de los cambios requería la convocatoria a una asamblea constituyente, y en particular criticaron la nueva redacción dada al artículo 337.