BIRMANIA: Un Oscar para el régimen militar

El régimen militar de Birmania demostró una vez más esta semana su maestría en presentar una imagen de normalidad cuando llega un importante visitante extranjero.

Pero la obra teatral representada por las autoridades militares cuando el relator de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el brasileño Paulo Sergio Pinheiro, arribó a Rangún el domingo desató la indignación de monjes budistas y de la población en general, que ha sido víctima de una severa represión por parte de la junta.

En la ciudad ya no se veía la intimidante presencia de los soldados armados que desde septiembre reprimieron toda protesta pacífica en las calles. En el centro sí había funcionarios de seguridad para impedir manifestaciones durante la visita de Pinheiro, aunque vestidos de civil.

Algo similar ocurrió en las calles adyacentes a la residencia de la líder prodemocrática Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz, que permanece bajo arresto domiciliario por más de 12 años. Las vallas con alambre de púas eran retiradas y vueltas a colocar de acuerdo con los movimientos de Pinheiro en la zona.

No obstante, hubo momentos en los que el verdadero rostro del brutal régimen militar salió a luz. El martes, Su Su Nway, una destacada activista por los derechos laborales que permanecía oculta desde que el régimen comenzó a reprimir las últimas protestas callejeras, fue arrestada en Rangún.
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La visita de Pinheiro, concluida el jueves, fue considerada por muchos una prueba de cuán abierto está el régimen militar al escrutinio internacional. El Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo, como se llama la junta oficialmente, había prohibido al enviado de la ONU visitar Birmania en los últimos cuatro años.

Hay señales iniciales de que la junta está dispuesta a cooperar, dado que a Pinheiro se le permitió visitar la infame prisión de Inseni, en Rangún, apenas llegó.

Muchos de los más de 1.100 prisioneros políticos de Birmania han estado en esa prisión. Allí también fueron llevados los cientos de manifestantes detenidos en las últimas protestas. Testigos señalaron que el enviado tuvo oportunidades limitadas de entrevistar a los presos durante la visita.

A Pinheiro también se le permitió visitar otros centros de detención, monasterios y un cementerio para reunir datos sobre las violaciones a los derechos humanos en esta, la ex capital de Birmania. En noviembre de 2005, la capital pasó a ser Naypydaw.

La visita del enviado de la ONU fue muy publicitada por la prensa estatal.

"El gobierno militar es como un dolor en el cuerpo. No nos da nada bueno. Infecta todo el organismo. Sólo la ONU y la presión internacional pueden curar ese dolor", dijo a IPS un monje budista de 26 años.

Este religioso es uno de los cientos que fueron golpeados y detenidos por su actitud desafiante en las protestas pacíficas en Rangún, las primeras en su clase en casi dos décadas. Estuvo detenido 19 días en el Instituto General de Tecnología, un centro de capacitación vocacional, y luego fue trasladado a Insein.

Las protestas comenzaron a mediados de agosto, en respuesta a un sorpresivo aumento en los precios del combustible. Al principio fueron lideradas por civiles en general y ex estudiantes universitarios de la denominada Generación 88, principales impulsores de un levantamiento prodemocrático en 1988 que fue brutalmente reprimido y terminó con 3.000 muertos.

En vísperas de su visita, Pinheiro alertó a la junta que cualquier obstrucción a su trabajo, destinado a investigar presuntas violaciones a los derechos humanos durante las manifestaciones de septiembre, no sería tomada a la ligera. Además amenazó con suspender su misión "e irse del país" si se le ataban las manos.

Aún se desconoce el número real de muertos durante las manifestaciones y la represión. La prensa estatal birmana informó que 10 personas murieron luego de que soldados y policías antidisturbios atacaron a decenas de miles de monjes y civiles que habían tomado las calles de Rangún y de otras ciudades. Pero grupos opositores aseguran que la cifra es cercana a los 200.

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