FRANCIA: Sarkozy rompe la tradición al acercarse a EEUU

Al anunciar que Francia quiere reintegrarse plenamente a la estructura militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), el presidente Nicolas Sarkozy da otra muestra de sus ansias por mejorar el vínculo con Estados Unidos.

Francia integra la OTAN desde su creación en 1949, pero en 1966 se negó a formar parte de la estructura militar integrada de la alianza, al mando de Estados Unidos. El entonces presidente Charles de Gaulle retiró el ejército del comando y expulsó a las bases estadounidenses de territorio francés.

Ahora, Sarkozy pone dos condiciones para aportar soldados a la OTAN: una "mejora de la política de defensa europea" y que "se dé lugar a representantes franceses en los altos mandos".

Sin eso, "no habrá reintegración francesa", escribió el mandatario en un texto publicado el 21 de septiembre por el diario estadounidense The New York Times. Su antecesor Jacques Chirac (1995-2007) hizo un reclamo similar en 1995, pero sin éxito.

Pero "Francia ya es compatible" con la estructura militar de la OTAN, sostuvo el periodista Jean Dominique Merchet, analista de asuntos militares del periódico Libération.
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En los últimos 10 años, este país participó en numerosas operaciones militares de la alianza occidental, desde Kosovo hasta Afganistán, recordó Merchet.

Además, "Francia adoptó los mismos procedimientos militares que los otros miembros de la OTAN", añadió.

La oferta francesa fue la última de una serie de declaraciones del presidente y de miembros de su gobierno favorables a un acercamiento político con el de George W. Bush.

El vínculo está resentido desde principios de 2003 cuando Francia se negó a avalar la invasión a Iraq, encabezada por Estados Unidos.

En el verano boreal, Sarkozy pasó varios días en el país norteamericano y mantuvo un encuentro informal con Bush en la residencia familiar de Kennebunkport, pequeña ciudad balneario del nororiental estado de Maine.

El gobierno francés divulgó con entusiasmo las fotografías de la reunión.

Sarkozy declaró que Estados Unidos y Francia habían sido "aliados y amigos desde hace más de 250 años", en alusión al respaldo de su país a la guerra de la independencia contra Gran Bretaña en 1776.

Luego, Sarkozy dijo a los embajadores franceses reunidos en París el 27 de agosto que era "inaceptable" que Irán se dotara de la bomba atómica, uniéndose a Washington y rompiendo con la posición de su predecesor Chirac, quien había indicado a fines de 2006 que eso era "inevitable".

El presidente francés señaló que para lidiar con el régimen de Teherán es necesario realizar esfuerzos diplomáticos conjuntos a fin de evitar la encrucijada "bomba iraní o bombardeo a Irán".

Sarkozy dijo a los embajadores que él es "uno de los que piensa que la amistad entre Estados Unidos y Francia es hoy tan importante como hace doscientos años".

"Aliados no quiere decir alineados, y me siento en total libertad de expresar nuestras coincidencias con Washington así como nuestros desacuerdos, sin autocomplacencia ni tabúes", añadió.

Pero hasta ahora no se han escuchado discrepancias.

Por el contrario, el canciller francés Bernard Kouchner viajó a Iraq en agosto, la primera vez que un alto funcionario del gobierno francés se traslada a ese país desde la invasión.

Kouchner, integrante del Partido Socialista hasta su designación como ministro de Relaciones Exteriores del gobierno derechista en mayo, fue uno de los pocos políticos franceses que apoyó la invasión.

El presidente Chirac amenazó en 2003 con vetar una resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que autorizaba la invasión a Iraq de Estados Unidos.

Pero apenas dos años después, ambos países acusaron al gobierno sirio de desestabilizar Líbano, y en 2006 adoptaron la misma postura en la guerra que Israel lanzó en ese país contra el partido islamista Hezbolá.

Kouchner declaró el mes pasado que el ejército francés se preparaba para "lo peor" en Irán, sugiriendo que esta vez Francia apoyaría a Estados Unidos en caso de una guerra en esa región.

Sarkozy fue más allá al cambiar las prioridades francesas en Medio Oriente y concentrarse mucho más, al igual que Estados Unidos, en la seguridad de Israel.

"Tengo fama de ser amigo de Israel", dijo el presidente a los diplomáticos. "Es verdad, nunca voy a negociar su seguridad."

Sarkozy desciende de una familia griega judía por el lado de su madre.

Esa declaración rotunda rompe otra vez con la tradición política iniciada por De Gaulle a mediados de los años 60.

En 1967, el general impuso un boicot de armas a Israel tras el ataque de ese país a sus vecinos árabes y la ocupación de territorios palestinos.

El ex canciller del gobierno de Chirac, Dominique de Villepin, muy cercano a las ideas de aquel, condenó "el cambio radical de la política exterior francesa hacia lo que parece ser su alineación con Washington".

La oposición se mostró mucho más dura.

El líder del Partido Socialista, Laurent Fabius, calificó a Sarkozy de "perrito faldero de Bush".

Es inconveniente que Sarkozy se acerque a un presidente "impopular y sin posibilidades de recuperación, asediado por un Congreso (legislativo) hostil y cuyo mandato termina en poco más de un año", señaló un diplomático francés que pidió reserva de su identidad.

(FIN/IPS/traen-vf-mj/jg/ss/eu wd ip/07)

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