La sequía que azota Venezuela provocó una polémica de matices religiosos cuando el estatal Instituto de Parques decidió limitar la recolección de palmas en la montaña del Avila, que separa Caracas del mar Caribe, una actividad tradicional en vísperas de Semana Santa. Desde 1770, poco antes de la católica Semana Santa miembros de la cofradía Palmeros de Chacao recolectan hojas de palma que se bendicen el Domingo de Ramos y se entregan a los feligreses.
Pero el Instituto de Parques vetó la práctica argumentando que la sequía diezmó la palma Ceroxylon ceriferum, la más buscada por los cofrades.
El Instituto sólo autorizó el corte y recolección de hasta 500 palmas, contra mil que la cofradía reclama. Un tribunal deberá zanjar la controversia.