Un «semáforo conservacionista» aplicado a ocho de los 43 parques nacionales de Venezuela por la organización no gubernamental Vitalis, mostró un grado de alerta amarilla, entre el peligroso rojo y el satisfactorio verde. Los parques cubren más de 10 millones de hectáreas, 13 por ciento de la superficie venezolana.
«Algunos parques, amenazados por invasiones, deforestación, incendios, pesca y minería ilegal, cacería furtiva, narcotráfico y presión urbana, están francamente en rojo y requieren atención del Estado», dijo a Tierramérica el coordinador de Vitalis, Diego Díaz.
El estudio, basado en encuestas a expertos, funcionarios y activistas, pidió incrementar el presupuesto para atender los parques, «pues menos de uno por ciento de los impuestos se destina al tema ambiental», y recomendó trabajos mancomunados de los entes públicos con organizaciones no gubernamentales, empresas privadas y universidades.