La película documental “Choropampa, el precio del oro” dio pie a que la comisión de salud del Congreso legislativo de Perú aprobara esta semana un proyecto que norma el transporte de material y residuos peligrosos de la minería y encarga a los gobiernos locales su control. En julio de 2000 un camión de la empresa Ransa derramó 151 kilogramos de mercurio en la carretera de Choropampa, en la sierra norte de Perú. Unos 900 pobladores resultaron intoxicados y muchos cargan aún secuelas neurológicas.
La empresa se negó a indemnizar a las víctimas.
Pero la periodista canadiense Stephanie Boyd y el camarógrafo peruano Ernesto Cabellos realizaron un documental de 75 minutos sobre el hecho, logrando un inmediato efecto de denuncia pública. El filme participó en varios festivales internacionales y ahora se difunde entre organizaciones populares, ambientalistas y universidades.