Las autoridades de Perú se comprometieron a ayudar a la empresa metalúrgica estadounidense Doe Run Resources en la limpieza de la contaminación que afecta desde los años 20 a la central ciudad de La Oroya. Los pastizales y el ganado lanar de las comunidades indígenas cercanas murieron por el humo procedente de las fundiciones de la compañía estadounidense Cerro de Pasco Corporation, establecida allí en 1922, y de su sucesora Centromin, creada por el Estado peruano en los años 70.
Doe Run Resources asumió la obligación de eliminar la contaminación al adquirir Centromin en 1997. La firma aseguró que, hasta ahora, invirtió 32 millones de dólares en programas de limpieza ambiental