Científicos de Nicaragua estudian las aguas subterráneas de una zona noroccidental del país para determinar si el envenenamiento de acuíferos con plaguicidas guarda relación con la presencia de DDT en la leche materna hallada en mujeres. Una investigación efectuada en 1997 por la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN) en los departamentos de Chinandega y León, detectó DDT en la leche materna de mujeres de esa zona, caracterizada por una alta exposición a plaguicidas organoclorados usados en el cultivo de algodón, explicó a Tierramérica la científica Adela Cruz Granjas. Ahora se busca determinar los grados de vulnerabilidad de los acuíferos de esa región del océano Pacífico nicaragüense, para corroborar si las mujeres se contaminaron por la ingesta de agua proveniente de fuentes superficiales y pozos, señaló la experta de la UNAN. Debido al intenso uso de organoclorados, en 1999 Nicaragua presentó una incidencia anual de intoxicación aguda por plaguicidas de 36 por cada cien mil habitantes, y una mortalidad por esa causa de cinco por cada cien mil personas, según la Organización Panamericana de la Salud.