Una «marcha por la vida» en Honduras llevó a más de 30 mil personas procedentes de todo el país hasta la capital, donde llegaron el 30 de junio para pedir medidas de protección al ambiente, desafiando un inicial boicot del gobierno. Un despliegue militar acompañó a la marcha de siete días, con helicópteros y tanquetas, pero los manifestantes, encabezados por el sacerdote Andrés Tamayo, también hallaron a su paso, agua, comida y albergue.
El presidente Ricardo Maduro aceptó reunirse el 1 de este mes con Tamayo, con quien acordó el nombramiento de una comisión de alto nivel para atender el problema de los recursos naturales. Tamayo dijo a Tierramérica que eso «es un buen síntoma que nos indica que la marcha por la vida, apenas comienza».
Acompañaron la marcha senadores, empresarios y activistas humanitarios.
