Pobladores y autoridades de 14 municipios del oeste de Honduras demandaron reformar la Ley de Minería por considerarla lesiva para el ambiente, y dieron al gobierno un ultimátum para sacar a la transnacional minera Maverick de la reserva ecológica del Guiyasote. Juan Carlos Elvir, alcalde de Santa Rosa de Copán, dijo a Tierramérica que esa ley «es una de las más apátridas, porque lejos de generar desarrollo, abre las posibilidades para destruir el ambiente y otorga concesiones a las mineras fuera de toda lógica».
El obispo del occidente de Honduras, Luis Alfonso Santos, también demandó la expulsión de Maverick, porque según la Ley del Medio Ambiente no se puede explotar reservas ambientales. «Si a finales de abril la minera no sale del Guiyasote, el pueblo y sus autoridades vamos a paralizar el tráfico en occidente hasta que nuestra voz se oiga», afirmó.
De los 112 mil 492 kilómetros cuadrados de superficie del país, al menos en 35 mil hay concesiones para minería.