Un tercio de los 92 barriles con el peligroso agrotóxico toxafeno, abandonados en la oriental ciudad salvadoreña de San Miguel, están semidestruidos y contaminan aire, suelo y agua, denunciaron grupos ambientalistas como CESTA-Amigos de la Tierra. Desde el hallazgo de esa carga letal en febrero, las autoridades construyeron un muro de contención alrededor de la bodega donde fue abandonada, dijo a Tierramérica el funcionario del Ministerio de Medio Ambiente Italo Córdoba.
Y en caso de derrame, resultaría fácil recuperar la sustancia, que se percibe por su fuerte olor, aseguró Córdoba.
Según ecologistas, habitantes de las zonas aledañas a la bodega se vieron afectados por graves problemas de salud a causa del toxafeno. El Ministerio de Salud sostiene que no ha recibido reportes de personas intoxicadas.