El pájaro carpintero churroso (Colaptes fernandinae) ya no perfora el tronco de los árboles para construir sus nidos, lo que agrava el riesgo de extinción de esta ave endémica de Cuba, advierten investigadores. Especialistas de Villa Clara, a 300 kilómetros de La Habana, advirtieron que ese cambio de hábitos merma la descendencia de la especie que habita en zonas boscosas del centro y occidente de la isla. Pero aún no logran dar con las causas.
El ave de 34 centímetros suele perforar con el pico y la lengua el tronco de árboles enfermos o muertos para colocar sus nidos. Tras ser abandonados, éstos son reutilizados en años siguientes por otras aves.
Aunque no faltan árboles con esas características, el carpintero prefiere ahora invadir cavidades construidas por otras especies, una conducta desusada y preocupante para investigadores de la Empresa Nacional de Protección de la Flora y la Fauna.