El gobierno brasileño desea contar con una ley que le permita combatir la biopiratería. Un proyecto en la materia, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, será enviado este año al parlamento, para definir los delitos contra el patrimonio genético nacional y establecer sus castigos. Hasta ahora el país reprime el contrabando de especies animales y vegetales con la Ley de Delitos Ambientales, poco efectiva porque impone penas blandas, con prioridad para las multas. Urge una legislación específica en Brasil, «un país megadiverso con cerca de 22 por ciento de las especies nativas del mundo», y por ello blanco permanente de la biopiratería, señaló la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva.
El proyecto busca regular el acceso a los recursos genéticos con base en principios de la Convención sobre Diversidad Biológica, aprobada en la Cumbre de la Tierra de 1992, que se realizó en Río de Janeiro, y ratificada por 168 países