Los humedales del Golfo de Fonseca, compartido por Honduras, Nicaragua y El Salvador, están en peligro por el cultivo de camarón realizado por compañías que emplean productos tóxicos para eliminar plagas que afectan su negocio. El Comité para la Defensa y Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca denunció que el neguvón, un insecticida de uso veterinario de la firma Bayer, aniquila a miles de peces en los esteros.
En marzo, el Tribunal Centroamericano del Agua, un organismo de la sociedad civil que promueve la rendición de cuentas en torno al manejo hídrico, dictaminó que la producción camaronera afecta gravemente los humedales del Golfo de Fonseca a través de la tala de manglares y el uso de agroquímicos.
El TCA responsabilizó por los daños a las empresas hondureñas El Faro y Granjas Marina San Bernardo y pidió a la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial que suspenda el financiamiento de esos proyectos.