Una evaluación no muy favorable de la realidad chilena se espera del relator sobre Derechos de las Mujeres de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Víctor Abramovich, quien visitará este país la próxima semana invitado por el gobierno de Michelle Bachelet.
"La evaluación de Chile en cuestión de género no va a ser buena. Tenemos brecha salarial, poca incorporación de la mujer al mundo laboral, poca participación en la política, en la propiedad. La presidenta está haciendo esfuerzos, pero yo creo que vamos a tener una mala nota", señaló la diputada del cogobernante Partido Por la Democracia (PPD), María Antonieta Saa.
La legisladora conversó con IPS sobre las expectativas que genera la visita de Abramovich, tras participar este viernes en una reunión con la ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Laura Albornoz, junto a otras dirigentes y parlamentarias de la gobernante coalición de centroizquierda. En ella se trató la política de género que lleva adelante el gobierno.
El jurista argentino Abramovich, vicepresidente segundo de la CIDH, con sede en Washington, visitará Chile entre el 11 y el 14 de este mes en su calidad de relator sobre Derechos de las Mujeres, con el objetivo de recoger información acerca de la discriminación que afecta a las chilenas.
Será acompañado por el secretario ejecutivo de la CIDH, Santiago Cantón, y las especialistas en derechos humanos Rosa Celorio y Fiorella Melzi. La delegación se reunirá con autoridades de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y con representantes de la sociedad civil, la academia y organismos internacionales.
Tras la visita, la CIDH preparará un informe con recomendaciones al Estado de Chile.
La presidenta de la no gubernamental Corporación Humanas, Lorena Fries, piensa que el relator encontrará "avances" si mira lo hecho desde la recuperación de la democracia en 1990, pero la valoración del actual momento debe hacerse mirando los estándares internacionales de hoy en materia de derechos de las mujeres, donde hay problemas.
"La presidenta ha hecho sus mejores intentos, pero ha encontrado resistencias más altas de lo que se pensó en una primera etapa", dijo a IPS la abogada, cuya organización coordina el encuentro que sostendrá el relator con una veintena de organizaciones de mujeres el martes.
"La evaluación va a ser de felicitación en algunas áreas, como la prioridad que la presidenta ha dado a la agenda de la mujer en su gobierno, y cómo la ha incorporado transversalmente en las grandes reformas. También (valorará) la política en materia de violencia (doméstica) y el reconocimiento de la situación de las mujeres jefas de hogar", dijo a IPS la ministra del Sernam, Albornoz.
"Sin embargo, queda mucho todavía por hacer", añadió la funcionaria. "El gran mérito de la presidenta, entre otros tantos, es que ella sacó del patio trasero los temas que tenían que ver con la igualdad".
Saa, Fries y Albornoz coinciden en que los aspectos más críticos son la discriminación de las mujeres casadas bajo el régimen patrimonial de sociedad conyugal, la poca participación laboral y la inexistencia de acciones afirmativas que promuevan el ingreso de la mujer a la política.
A ello, Fries suma las limitaciones impuestas a los derechos sexuales y reproductivos, por "la penalización total del aborto".
El jueves, la ministra de Planificación, Clarisa Hardy, y el subsecretario del Trabajo, Zarko Luksic, dieron a conocer los resultados de la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica en materia de trabajo e ingresos.
El estudio reveló que la participación femenina en el mercado laboral aumentó uno por ciento entre 2003 y 2006, pasando de 42,2 por ciento a 43,2 por ciento. En los últimos 17 años, creció 11 puntos porcentuales, pero sigue siendo baja en comparación con países ricos y naciones vecinas, indicó Hardy.
Lo más alarmante es que la brecha salarial es más alta en los segmentos con mayores niveles educativos. Las mujeres con educación superior completa ganan en promedio 38,6 por ciento menos que un hombre con el mismo grado de estudios.
Los principales cuestionamientos a la lentitud con que mejora la situación de la mujer recaen sobre el parlamento, pues legisladores de la oposición derechista y de la coalición gobernante no han apoyado iniciativas claves. En el Senado tampoco existe una comisión de mujer y familia que haga más expedita la tramitación de los proyectos.
"El hecho de que la comisión de constitución, legislación y justicia del Senado no quiera aprobar el cambio del régimen patrimonial matrimonial es vergonzoso, porque hoy tenemos una sociedad conyugal donde el marido es el jefe", acusó la diputada Saa, en referencia a un proyecto de ley que lleva más de una década durmiendo en el parlamento.
Producto de una denuncia presentada por la chilena Sonia Arce ante la CIDH en 2001, que llegó a una solución amistosa en marzo de este año, el Estado se comprometió a dar urgencia al proyecto mencionado por la diputada Saa, pero algunos senadores opositores han retrasado su aprobación argumentado la necesidad de estudiar mejor sus efectos en el orden familiar.
El régimen patrimonial de sociedad conyugal, instituido en 1857, otorga al marido la facultad de administrar los bienes propios, los de la familia y los de su esposa.
La necesidad de contar con una ley de cuotas, para establecer un piso mínimo de presencia femenina en las listas electorales de cada partido político, es otro asunto en debate.
"Algunas parlamentarias presentamos en 1997 un proyecto de ley de cuotas que se archivó. Lo presentamos de nuevo en 2003 y sólo logramos ponerlo en tabla para discutirlo este año, pero fue rechazado. La derecha votó absolutamente en contra y hubo gente de la coalición de gobierno que se abstuvo, lo que le cerró al camino a la ley", explicó Saa.
"Esto demuestra el ánimo de los parlamentarios y los partidos políticos. Este país es extraordinariamente machista", acotó.
El Sernam espera que no suceda lo mismo con el proyecto de ley de participación política de mujeres que prepara la cartera y que incluye incentivos económicos a las colectividades que tengan mayor número de candidatas.
La representación femenina parlamentaria llega sólo a 15,8 por ciento de las mujeres en la cámara baja (18 diputadas de un total de 120) y apenas a 5,4 por ciento en el Senado (dos senadoras de un total de 38).
Según Fries, el lunes Bachelet presidirá un acto donde dará a conocer la agenda de género del gobierno. "No creo que haya nada nuevo, sino un reforzamiento de lo que ya se está haciendo", concluyó.