Una tortuga carey (Eretmochelys imbricata) marcada con una placa de metal tres años atrás regresó a desovar a Macuro, extremo noreste de Venezuela, en la península de Paria. «Es otra demostración científica de que estas tortugas fijan la playa al nacer y al regresar a dejar sus huevos, 180 en esta oportunidad, después de sortear a sus predadores durante 35 meses», dijo a Tierramérica el ecologista Luis Cova.
El hecho fue registrado por personal del Ministerio del Ambiente el día del natalicio de Simón Bolívar, 24 de julio, en el lugar donde Cristóbal Colón pisó tierra firme por primera vez, en 1498.
En varias playas de la península se instalaron nidarios para proteger los huevos y centros de observación para censar a los ejemplares adultos que llegan a desovar.