Nueve loros reales (Amazona ochrocephala) y una guacamaya bandera (Ara macao), todos de tres meses, fueron repatriados a Venezuela por autoridades de la vecina isla holandesa de Curazao, adonde fueron llevados ilegalmente. “Eran 32 loros, pero más de la mitad murió por malas condiciones en que las que los trasladaron. Las autoridades curazoleñas los encontraron en un puerto con un lote de mercancía legal procedente de nuestro país”, dijo a Tierramérica Alexis Rengifo, jefe de la división de fauna del Ministerio de Ambiente de Venezuela.
En Curazao, las aves estuvieron en cuarentena, mientras se gestionaba su regreso a Venezuela y traslado al caraqueño Zoológico de Caricuao, donde “se recuperan progresivamente, porque están alimentándose bien y siguen en observación”, dijo a Tierramérica Salvador Boher, director del centro.
Las autoridades buscan a los responsables e intentan fijar procedimientos para actuar contra el tráfico, dijo Rengifo.
El contrabando mundial de animales tropicales reporta ganancias estimadas en 500 millones de dólares anuales.
Venezuela es parte desde 1976 de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.